El pote perfecto se quedó esta tarde en Turón. Y es que el restaurante Casa Nando, de Urbiés, se hizo con el primer premio del concurso culinario “Explorando el pote perfecto” que sirve de antesala para las jornadas gastronómicas del pote de Turón que se celebrarán a partir del 2 de diciembre. En el certamen participaron veinticinco restaurantes de todas partes del Principado, como Oviedo, Pola de Allande, Villaviciosa, Gijón, Lllanes, Ribadesella, Nava, Cangas de Onís, Colunga y Candamo.

El premio fue recogido por Carolina Fernández y la cocinera María José González. Las ganadoras aseguraron que para hacer el pote perfecto "se necesitan años de práctica, porque es un pote de tradición que en nuestro caso ha pasado de generación en generación”, aseguraba Fernández, quien destacaba, además, que “el secreto está en el compango”. Y en Casa Nando le echan rabo de cerdo. El segundo puesto también fue para el valle de Turón, concretamente para Casa Chuchu, mientras que el tercer premio lo recogió Elvira Fernández, “Viri”, de El Llar de Viri (Candamo). Esta última destacó que “el secreto está en buscar un buen producto, nada más”. Esta cocinera, que acaba también de recibir la distinción de “Académica de los pucheros”, declaró su amor el pote asegurando que “si sólo me pudiera llevar un plato a una isla, sería éste”.

Entre los participantes en el certamen se encontraba Joaquina Rodríguez, de Casa Chema (Oviedo), que ganó este año el premio a la mejor fabada del mundo. En su opinión, “es más sencillo el pote, porque si se rompe la faba puedes disfrazarla, con la fabada no vale”. La cocinera destacó la importancia de certámenes como este “sobre todo por la promoción de los platos, y porque nos reunimos los hosteleros, que no suele ser tan habitual”. Los participantes sólo tenían una regla, que su plato de pote llevara berza, patatas, compango y fabes. Pero nadie dijo cómo deberían ser estas últimas, y es que Geli Lacera, de La Nueva Allandesa (Pola de Allande), le echa fabes pintas. “Así lo hacemos en el Suroccidente porque es la faba típica de la zona, siendo el pote el plato típico de todas las casas”, resaltó. La cocinera destacó que el pote “no es difícil de cocinar, además de ser un plato muy completo, nosotros lo servimos los 365 días del año”.

En Nava también preparan el pote, aunque sobre todo en invierno. Así lo afirma Saúl Moro, de la sidrería Prida, quien asegura realizar el pote tradicional “tal y como mi madre, que es guisandera, lo realiza”. Al igual que sus compañeros de profesión, el cocinero abogó por tener “buena materia prima” para hacer el mejor pote. A la necesidad de buenos productos, Teresa Iglesias, de La Venta de Valloberu (Villaviciosa), le añade “amor”. Y aunque ayer le echó fabes al plato por obligación del concurso, “nosotros lo hacemos sin ellas, así se hace en nuestra zona”.