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Los arqueólogos reproducen, siete décadas después, el asesinato de las víctimas enterradas en la fosa de Pajares

Celesto García, un hombre ya fallecido, ofreció su testimonio sobre los crímenes y señaló el lugar aproximado en el que se habían cometido

Antxoka Martínez trabaja en la primera fosa hallada en Parasimón. SILVEIRA

Eran veinte hombres. Los sacaron de un camión en una orilla del puerto de Pajares, cerca de la zona conocida como El Ruchu, y los llevaron encañonados a través del monte. Luego los separaron: un grupo de ocho y otro de doce. A los primeros los maniataron, los arrodillaron y les dispararon individualmente. A los otros los fusilaron. Los crímenes se cometieron con frialdad y los asesinos arrojaron los cuerpos a dos enterramientos, en la zona conocida como Parasimón.

No son suposiciones, son hechos. Así lo ha establecido la investigación en la zona, que encabeza el experto arqueólogo Antxoka Martínez e impulsa la Asociación de Familiares y Amigos "Fosa de Parasimón". Esta entidad está formada por descendientes de Luis Cienfuegos, la única persona identificada entre los enterrados en las fosas. Es un trabajo exhaustivo, riguroso y extenso que Martínez repasa para LA NUEVA ESPAÑA. Así es el CSI de Parasimón.

Valentía. Es el primer paso en todas las investigaciones de fosas comunes de la Guerra Civil y la postguerra en España. El valiente, en Parasimón, fue Celesto García: un hombre ya fallecido que ofreció su testimonio sobre lo ocurrido en ese lugar. Él era un joven cuando presenció los asesinatos y señaló el lugar aproximado en el que se habían cometido. El equipo de arqueólogos revisó el lugar con un magnetómetro -teledetección de metales-. "Este instrumento te permite buscar a ciegas, pero no es una herramienta mágica", explica Martínez.

En Parasimón dio resultado y permitió definir el lugar de la línea de fusilamiento. A unos 150 metros de la zona señalada por Celesto García, hallaron un cartucho y 12 vainas de Máuser alemán, además de una vaina para pistola. "La cantidad de restos recuperados y su dispersión en el espacio permiten establecer con claridad que los hombres fueron fusilados", afirma el experto.

El pelotón de fusilamiento estaba formado, al menos, por diez soldados: "Tiene que haber, por lo menos, un tirador por cada víctima", matiza el arqueólogo. Todos iban armados con Máuser alemán. Iban acompañados por un oficial, o un cargo de más alto rango, que llevaba la pistola. Llama la atención de los expertos la cantidad de disparos que se produjeron: más de cincuenta tiros para asesinar a diez personas. Los arqueólogos reflejan en el informe de Parasimón que "evidencia falta de práctica y pericia en el manejo de las armas, o una situación de extremo estrés o pérdida e control".

La investigación de la línea de fusilamiento, y que dio lugar al primer enterramiento, tuvo lugar en 2014. Ahora, Antxoka Martínez ha vuelto a la zona con los familiares de Luis Cienfuegos para determinar lo ocurrido con el segundo grupo de Parasimón. "Hay un lugar de ejecución a unos 600 metros de distancia de esta zona", afirmó Antxoka Martínez. Es "un lugar de ejecución" y no una línea de fusilamiento. "En la primera había restos de cincuenta disparos, aquí he encontrado dieciséis vainas", asegura el experto. Dieciséis vainas para doce víctimas, lo que establece "que fueron asesinados uno a uno". Es difícil, por el momento, establecer cuántos asesinos participaron en la ejecución. El experto sí apunta a que eran "gente ya curtida en combate, que dispararon con sangre fría".

¿Están los dos episodios relacionados? Antxoka Martínez no duda: "En la arqueología no existen las casualidades, estoy seguro de que sí". Y lo sabe por el marcaje de la munición. Según explicó, toda la balística recuperada en Parasimón (en los dos escenarios) corresponde al "Código P". Este código se estableció en las fábricas alemanas para que nadie pudiera identificar la factoría exacta a la que correspondía la munición. El siguiente paso en la investigación será una cata para determinar el lugar exacto del enterramiento. Lo harán en verano.

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