Dicen que encontrar la perfección es casi imposible, pero ayer en Turón se quedaron a muy poquito de lograrla tras la celebración de la primera edición de concurso culinario "Explorando el pote perfecto", que sirve de antesala a las populares jornadas gastronómicas del valle. La distinción se quedó en casa, haciéndose con el primer premio el restaurante Casa Nando, de Urbiés, aunque en el certamen participaron veinticinco restaurantes de todo el Principado.

Pero, ¿qué hace al pote perfecto? Pues para el restaurante ganador son "años de práctica, porque es un pote de tradición que en nuestro caso ha pasado de generación en generación", aseguraba Carolina Fernández, quien destacaba, además, que "el secreto está en el compango". Y en Casa Nando le echan rabo de cerdo. Elvira Fernández, "Viri", de El Llar de Viri (Candamo), que se hizo con el tercer puesto en el certamen, destacó que "el secreto está en buscar un buen producto, nada más". Esta cocinera, que acaba de recibir la distinción de "Académica de los pucheros", declaró su amor al pote asegurando que "si sólo me pudiera llevar un plato a una isla, sería éste". También hasta Turón se acercó Joaquina Rodríguez, de Casa Chema (Oviedo), que ganó este año el premio a la mejor fabada del mundo. "Es más sencillo el pote, porque si se rompe la faba puedes disfrazarla, con la fabada no vale". La cocinera destacó la importancia de certámenes como este "sobre todo por la promoción de los platos y porque nos reunimos los hosteleros, que no suele ser tan habitual".

Los participantes sólo tenían una regla, que su plato de pote llevara berza, patatas, compango y fabes. Pero nadie dijo cómo deberían ser estas últimas. Así, Geli Lacera, de La Nueva Allandesa (Pola de Allande), le echó fabes pintas. "Así lo hacemos en el Suroccidente porque es la faba típica de la zona, siendo el pote el plato típico de todas las casas", resaltó. La cocinera destacó que el pote "no es difícil de cocinar, además de ser un plato muy completo, nosotros lo servimos los 365 días del año". En Nava también preparan el pote, aunque sobre todo en invierno. Así lo afirma Saúl Moro, de la sidrería Prida, quien asegura realizar el pote tradicional "tal y como mi madre, que es guisandera, lo realiza". Al igual que sus compañeros de profesión, el cocinero abogó por tener "buena materia prima" para hacer el mejor pote. A la necesidad de buenos productos, Teresa Iglesias, de La Venta de Valloberu (Villaviciosa), le añade "amor". Y aunque ayer le echó fabes al plato por obligación del concurso, "nosotros lo hacemos sin ellas, así se hace en nuestra zona".