Negro pinta el futuro para los terrenos contaminados de Nitrastur, entre La Felguera y Barros. El Ayuntamiento de Langreo descarta la búsqueda de fondos para la zona, tras ser rechazados varios proyectos por la Unión Europea y otras entidades. ¿La razón? Según el alcalde, Jesús Sánchez (IU), falta concreción sobre las responsabilidades y la titularidad de los terrenos contaminados. La mayor parte del suelo es propiedad de Iberdrola, que los adquirió en subasta pública en el año 2001, y el resto de parcelas a pequeños propietarios.
Los suelos de Iberdrola -unos 122.000 metros cuadrados- habían pertenecido, hasta principios de siglo, a la Sociedad Ibérica de Nitrógeno. Esta entidad operó en la zona entre 1954, cuando acabó de construirse la fábrica, y 1997. La actividad de la factoría se centraba en la fabricación de nitratos y sulfatos (fue el primer lugar de España en el que se hizo sulfato amónico). El resto de los terrenos, hasta los cerca de 200.000 metros cuadrados, pertenece a pequeños propietarios.
Un estudio de Sogepsa (participada en un 45 por ciento por el Principado) terminó con la calma en la zona. En 2007, el organismo alertó sobre su contaminación. Se decretaron medidas cautelares alrededor de la factoría de productos químicos. El primero, clausurar el campo de fútbol en el que jugaba el equipo del Santo Tomás. El Ayuntamiento de Langreo recomendó también a los propietarios de huertas del entorno que no comiese frutos y hortalizas plantadas en la zona.
La necesidad de descontaminar los suelos se hizo apremiante cuando el Principado anunció una actuación en el lugar. Pero surgió un problema sobre las responsabilidades: ni Ayuntamiento, ni Principado de Asturias, ni propietarios quisieron hacerse cargo de la actuación.
La polémica había empezado. Sogepsa señaló que las tareas de acondicionamiento de los terrenos corresponden "únicamente" al Ayuntamiento de Langreo y que su trabajo en las parcelas, tras aquel estudio en 2007, había "concluido". El Consistorio defendió una postura diametralmente opuesta. Fuentes municipales aseveraron que el proyecto para Nitrastur era una iniciativa "impulsada por el Principado", y que por lo tanto debía ser la administración regional la que se encargara de descontaminar el suelo, "ya sea comprando los terrenos y luego actuando sobre ellos, o bien haciendo que sus propietarios los descontaminen, para adquirirlos a posteriori", en teoría, a un precio superior.
Aquel proyecto cayó en el olvido. El gobierno de Langreo, durante el anterior mandato, intentó abrir una nueva vía para la descontaminación: solicitaron, a través de la Universidad, un estudio integral de la zona. Recientemente también pidió una ayuda a través del plan europeo de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (DUSI). La propuesta se rechazó. Según Sánchez, hay dos problemas que hacen prácticamente "imposible" la consecución de fondos para la zona: falta definición sobre los terrenos y también sobre las responsabilidades para gestionar el proyecto. "Temen que esos problemas en la gestión repercutan negativamente en el proyecto de descontaminación", explicó ayer el Alcalde. De momento, afirmó a renglón seguido, no intentarán conseguir fondos de ningún programa hasta que cuenten con el compromiso de Principado y propietarios para embarcarse en la actuación de descontaminación.
El proyecto presentado este ejercicio para los fondos DUSI es diametralmente distinto: Langreo ha puesto sobre la mesa el acondicionamiento de dos playas fluviales en el río Nalón. También la rehabilitación de la clausurada Talleres del Conde, en La Felguera.
