"Si hacemos un ranking de plantas invasoras transformadoras, seguramente el plumero de la Pampa estaría en el número uno". Así de tajante se mostró ayer José Antonio Fernández Prieto, profesor en la Unidad de Botánica del Departamento de Biología de la Universidad de Oviedo, que fue uno de los participantes en el seminario que ayer se celebró en el campus de Mieres bajo el título "Problemática de actuación contra el plumero de la Pampa". Una especie invasora cuya proliferación ha sido notable y que genera un gran problema. Su incursión en el ecosistema asturiano se ha multiplicado al menos por cien en los últimos 20 años: de las 8.000 plantas que se contabilizaban en 1998, a las al menos 800.000 del último censo -la horquilla fija el tope en 1,4 millones de plantas-.

El seminario se enmarca dentro de un proyecto que el Indurot está desarrollando para el Principado de Asturias con el objetivo de elaborar un protocolo de actuación contra el plumero de la Pampa. Esta especie, explicó Fernández Prieto, "parece que tiene implicaciones directas sobre la salud, ya que hay la sospecha de que la cantidad de polen que produce el plumero en determinadas épocas del año -verano y otoño- genera alergias especiales".

Ese fue uno de los objetos de debate durante el seminario, en el que participaron técnicos de las administraciones regionales de Asturias, Cantabria, Castilla y León, País Vasco y Galicia. Y es que parte del estudio del Indurot se basa en determinar la población actual de plumeros, el aumento del polen, y su relación con enfermedades alérgicas.

También los métodos de control y actuación estuvieron sobre la mesa. No sin antes repasarse la biología de la propia planta. "Para derrotar a tu enemigo es necesario conocerlo bien, y el plumero es una planta difícil de eliminar", indicó José Antonio Fernández. Entre los métodos de control enumeró desbroces, quemas, fitocidas u ocultación. El estudio está ahora en comprobar las medidas más eficaces y económicas. "No hay un método perfecto, y para cada localización habrá que utilizar una fórmula o una combinación de las mismas para erradicar esta planta", señaló el experto. Para ello diseñarán un protocolo de actuación. Los primeros pasos se dieron ayer en el campus de Mieres.