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Iberdrola descarta alargar la actividad de la central de Lada a 2020 y mantiene el plan de cierre

La empresa no ha recibido respuesta del Ministerio ni del Principado a su propuesta y tiene previsto clausurar la térmica en cuanto disponga de autorización

El plan diseñado por Iberdrola para cerrar la central térmica de Lada seguirá su curso. La multinacional acometerá la clausura de las instalaciones en cuanto tenga el visto bueno del Gobierno central, sin aplazamientos. Iberdrola había propuesto -en la reunión celebrada el pasado 23 de noviembre en Madrid con el ministro de Energía y con los presidentes autonómicos de Asturias y de Castilla y León- demorar el cierre de las centrales de Lada y Velilla hasta 2020. Sin embargo, al no haber obtenido respuesta, retomará la planificación original. Según los cálculos de la compañía, los trámites del cierre llevaría un plazo aproximado de un año, al que había que sumar otros cuatro para el desmantelamiento de la térmica.

El planteamiento de alargar tres años más la vida útil de Lada y Velilla (Palencia) fue realizada directamente por el presidente de la eléctrica Ignacio Sánchez Galán, que se mantuvo firme en que la decisión de Iberdrola será, en cualquier caso el cierre final de las dos térmicas. En la reunión celebrada en Madrid, Sánchez Galán también expuso al ministro de Energía, Álvaro Nadal; al presidente del Principado, Javier Fernández; y al de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que la compañía vasca tampoco baraja sacar a subasta sus térmicas, ya que su intención es clausurarlas para mantener su "compromiso" con el medio ambiente y su apuesta estratégica por potenciar las energías verdes frente a las más contaminantes.

El Gobierno regional y el Principado evitaron en los días posteriores pronunciarse sobre la oferta de Iberdrola de alargar hasta 2020 la actividad de Lada. Tampoco lo han hecho internamente, según indicaron ayer los responsables de la multinacional vasca. "Es a ellos a los que hay que preguntar. Nosotros tenemos presentada una solicitud de cierre y vamos a seguir con su tramitación. El Gobierno dirá en su momento si la aprueba o no".

El Ministerio de Energía impulsa un decreto para regular el cierre de centrales con criterios más restrictivos que los que se manejaban hasta ahora. Álvaro Nadal sostiene que el cierre de las centrales térmicas podría encarecer hasta un 15 por ciento el recibo de la luz. En el caso de las centrales de Lada y Velilla, el Ministro criticó la "falta de flexibilidad" de Iberdrola ya que son dos instalaciones "viables" que "deberían poder venderse en subasta", en el caso que la compañía vasca no quiera proseguir con la actividad.

El presidente del Principado, Javier Fernández, también reclama a la multinacional que venda la central de Lada a otro operador interesado si quiere deshacerse de ella. Fernández ya alertado de que el cierre de Lada no sólo afectará al empleo de la propia factoría (unos noventa puestos) y al trabajo indirecto generado por las subcontratas que prestan sus servicios en la central. También es una seria amenaza, según el presidente del Gobierno regional, amenaza el futuro de multinacionales asentadas en Asturias, ya que el precio de la electricidad es "determinante" para la continuidad de firmas como Alcoa o Arcelor-Mittal.

El plan de cierre de Iberdrola incluye la recuperación y la descontaminación, si fuese necesario, de los terrenos que ocupa el grupo IV de la térmica de Lada, el único que sigue en activo.

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