El movimiento vecinal de Mieres no es el único que mira con recelo el mantenimiento del radar semafórico que controla ciertos cruces de la ciudad desde hace cuatro años. La oposición municipal se sumó ayer a la petición ciudadana a la hora de solicitar al gobierno local informes que avalen que el polémico "fotorrojo" conlleva una mejora de la seguridad en el tráfico, como sostienen los gestores de IU.

"Si el motivo por el que se instaló este sistema de control es puramente preventivo nos parece lógico pedir un informe que determine si realmente este mecanismo está resultando efectivo", subraya Gloria Muñoz, portavoz del grupo municipal socialista. Desde su punto de vista, el gobierno local no actúa con suficiente transparencia: "Desde hace más de un año no se nos facilita ningún tipo de información, cuando lo lógico sería analizar si la iniciativa está teniendo una incidencia real en la mejora de la seguridad para evaluar la conveniencia de mantenerlo o, simplemente, decidir cuál es la ubicación más idónea".

El presidente del PP, José Manuel Rodríguez, reclama también información sobre el radar semafórico: "La gente puede percibir que hay un afán recaudatorio detrás de esta iniciativa", indica. "El gobierno local debería presentar un informe explicando cuántos accidentes había antes de que se instalara el sistema y cuántos se han logrado evitar". El concejal popular considera que este tipo de mecanismos de control del tráfico arrojan muchas dudas: "Hay que tener en cuenta que ya hay sentencias judiciales contrarias a la utilización de estos radares".

Somos entiende que un estudio sobre la incidencia del "fotorrojo" sobre el tráfico en el casco urbano sería una herramienta clave a la hora de decidir si el mecanismo resulta eficaz: "No se puede entender que se mantenga un sistema sancionador de estas características únicamente con fines recaudatorios. Un informe de la Policía Local resultaría necesario para evaluar adecuadamente la eficacia del radar", apunta Patricia García Moro. La portavoz municipal del partido morado defiende que la continuidad del "fotorrojo" debería estar supeditada a "motivos puramente de seguridad".

El polémico dispositivo, que en este tiempo ha estado rotando por diferentes puntos del casco urbano, fue instalado inicialmente bajo la premisa de "mejorar la seguridad vial y minimizar el riesgo de accidentes". Así, el gobierno local sostuvo desde un primer momento que el "fotorrojo" no responde a una medida de tipo recaudatorio. El paso del tiempo no ha convencido al movimiento vecinal: "Tenemos cada vez más duda de que se trate de un sistema eficiente y mantenemos que tras la medida late un evidente interés recaudatorio", señaló Arsenio Marentes, presidente de la Agrupación Vecinal de Mieres.