La tensa relación que hasta ahora mantenían la nueva dirección del PSOE de Morcín y el grupo municipal ha terminado provocando la dimisión en bloque de los cuatro ediles socialistas y abriendo una grave crisis en la agrupación que, inevitablemente, salpica a la Federación Socialista Asturiana (FSA), que se ha visto impotente a la hora de mediar entre la partes. "No estamos aquí para soportar comportamientos propios de caciques y, así las cosas, hemos considerado que lo mejor es irnos para que puedan tener las manos libres y actuar como lo estimen oportuno", señaló ayer Jesús Álvarez Barbao.

El que fuera alcalde del concejo hasta el pasado mes de mayo (dejó el cargo a raíz de una moción de censura promovida por IU) apuntó ayer que la "intransigencia" de la ejecutiva que lidera Víctor Martínez, próxima a Adrián Barbón, les ha empujado a dejar sus actas.

Álvarez Barbao, Fernando Alonso, Rosana Fernández y Xuan García solicitaron ayer mismo por registro su baja como concejales del Ayuntamiento de Morcín. "Ha llegado un punto en que las diferencias son insalvables", señaló el exregidor, explicando el sentir del grupo. Ahora bien, Álvarez Barbao quiso dejar claro que la decisión debe entenderse como un desencuentro "estrictamente de ámbito local". Los concejales no quieren mezclar a la FSA en este enfrentamiento. "Las diferencias son con la ejecutiva municipal elegida en noviembre, que en ningún momento ha mostrado interés por adoptar una postura integradora". En este contexto, el exalcalde morciniego subrayó que el que fuera vicealcalde, Fernando Laso, colaboró incluso con los afines a Barbón en la campaña previa a la celebración del congreso regional en el que resultaron derrotados los "javieristas", bloque en el que sí se posicionó Álvarez Barbao. Posteriormente, el citado Fernando Laso optó inicialmente a la secretaría general de la agrupación morciniega, retirando a última hora su candidatura y anunciando a nivel interno su intención de renunciar al acta de concejal. Finalmente, los cuatro ediles han decidido irse juntos.

"Fernando (Laso) ha tenido que soportar ciertas presiones, ya que han intentado influir en él, pero siempre hemos sido un equipo", destacó ayer Álvarez Barbao. El grupo municipal comunicó hace ya varios semanas a la FSA su enorme malestar con el trato que estaban recibiendo de la nueva dirección local. De hecho, según pudo confirmar ayer este diario, la dirección regional intentó sin éxito mediar y la propia secretaria de Organización de la FSA, Gimena Llamedo, mantuvo reuniones con ambas partes, sin lograr acercar posturas.

Los cuatro socialistas que se van tiene previsto explicar hoy públicamente los detalles de su drástica decisión. Álvarez Barbao hizo ayer un adelanto bastante esclarecedor: "Cuando la falta de entendimiento llega a un punto en el que las posturas son irreconciliables lo mejor es que una parte, en este caso nosotros, opte por hacerse a un lado". El exalcalde considera que es lo mejor para el PSOE y para Morcín: "Ahora podrán desarrollar su estrategia política sin ningún tipo de obstáculo, con tiempo suficiente para poder preparar con las manos totalmente libres la candidatura a las próximas elecciones municipales", subrayó.

En su caso concreto, Álvarez Barbao ha pasado en poco más de medio año de ocupar el sillón de la Alcaldía a dejar su acta como concejal. "Han sido 18 años en el Ayuntamiento, 13 de ellos como regidor, y lo único que puedo decir es que me voy con la conciencia muy tranquila". Y remarcó: "Mi intención tras el voto de censura era acabar el mandato y dejarlo, pero no ha podido ser". Así las cosas, defiende que "he sido leal al partido hasta el final y ahora lo mejor es irse para no hacer daño a nadie".