Pudo ser una auténtica tragedia, pero finalmente se quedó en un susto. Hasta siete vehículos se vieron implicados ayer en un accidente múltiple en la A-66 a la altura de Baíña (Mieres), al resultar dañados por la carga de un camión que transportaba carbón hacia León. Finalmente solo hubo que lamentar daños materiales y el tráfico estuvo cortado apenas una media hora en un solo carril de la calzada en sentido León. Fuentes de la Guardia Civil confirmaron que no hubo heridos en el suceso, y que los vehículos que se vieron implicados en el accidente no chocaron entre sí, solamente se vieron afectados por la pérdida de la carga del camión.

Los hechos se produjeron a las once de la mañana. Un camión circulaba en sentido León, a la salida del túnel de Olloniego, comenzó a perder el mineral por la caja. Los fragmentos de carbón fueron cayendo durante cuatro kilómetros, justo hasta el tramo que pasa frente a la localidad mierense de Figaredo. Los vehículos que circulaban tras el transporte pesado fueron sufriendo impactos de las piedras que se iban deslizando del camión y caían sobre el asfalto, produciendo daños en los coches. Aunque en un principio se apuntó que fueron ocho o nueve vehículos los afectados, finalmente, el atestado de la Guardia Civil recoge que fueron siete los turismos dañados.

Pese a la peligrosidad de la situación, ninguno de los ocupantes de los vehículos resultó herido, tal y como confirmó la Guardia Civil. Casi un milagro teniendo en cuenta la velocidad a la que se puede transitar por la autovía, los fuertes impactos de las piedras de carbón que caían del camión en la carrocería de los coches y las maniobras que los conductores hayan realizado para esquivar las piedras. Además, tampoco hubo colisiones entre los vehículos afectados por el accidente. El atestado recoge solamente daños materiales en siete vehículos.

Una vez tuvo notificación, la Guardia Civil se desplazó al lugar del suceso. Los agentes procedieron a cortar el carril derecho de la calzada, lo que generó algunas retenciones en la zona durante algo más de media hora. Tiempo que los operarios de Carreteras emplearon en despejar el asfalto, llevando a los arcenes y cunetas el carbón que se había perdido en esos cuatro kilómetros de trayecto. Una hora después de producirse el accidente, la circulación se restableció totalmente en la calzada.