Golpe, algo que sucede rápido. Este es el significado del término latino "ictus", una palabra utilizada en todo el mundo sanitario hispanoparlante para identificar un evento cerebrovascular, bien por rotura de una arteria del cerebro, bien por la obstrucción de la misma a causa de un coágulo. Y sobre el ictus y el modo de reaccionar ante el mismo giró la charla titulada "Código Ictus Asturias", que tuvo lugar en el Centro Cultural de Moreda, organizado por la Gerencia del Área Sanitaria VII y el Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas, con la colaboración del Ayuntamiento de Aller.

"Una de cada seis personas sufrirá un ictus a lo largo de su vida. De hecho, es la primera causa de discapacidad y dependencia en adultos y un 50% de los pacientes muere o queda con secuelas", expuso el doctor Emilio Corrales, médico de familia del Centro de Salud de Moreda, que llamó la atención sobre la alta eficacia de los tratamientos siempre que se intervenga rápidamente. "Disponemos de un máximo de seis horas para poder actuar en las unidades de ictus del HUCA y Cabueñes. Pero cuanto antes se haga, menor será la afectación, pues el tejido cerebral es muy sensible a la falta de riego. Tiempo es cerebro", manifestó Corrales que, muy gráficamente, explicó la conocida como Escala Cincinnati. Un modo simple de reconocimiento de los síntomas característicos del ictus y que son: cara o boca torcida, pérdida de fuerza en un brazo y dificultad para hablar. Ante uno o varios de estos síntomas lo esencial es llamar de inmediato al 112 para activar el Código Ictus Asturias, un protocolo de coordinación entre distintos servicios sanitarios cuyo objetivo es acortar al máximo el tiempo de demora en aplicar el tratamiento al paciente. "Por desgracia, lo habitual es que el individuo tarde en pedir ayuda, pensando que lo que le sucede se le pasará. Ese es precisamente el punto de mayor debilidad del sistema, porque si ante un evento de estas características el paciente o quien esté con él llamara rápidamente al 112, su pronóstico sería mucho mejor", finalizó el doctor Corrales.

A continuación, el doctor Ramón Rodríguez, director de Urgencias del Hospital Álvarez-Buylla, insistió en la importancia de la rapidez a la hora de reaccionar y explicó el funcionamiento del Código Ictus Asturias. "Si el paciente es tratado en dos horas, mejor que en cuatro, pues los daños serán menores", dijo y llamó la atención sobre el preocupante incremento del número de casos de ictus. "A pesar de la insistencia en la conveniencia de llevar una vida saludable, se ha producido un incremento del 40% de casos en los últimos años, lo que en Asturias supone 3.500 ictus y 1.000 muertes anuales. Claramente, la población no está haciendo caso de estos avisos", lamentó Rodríguez, que entiende que los recursos destinados en Asturias al tratamiento del ictus están por encima de las recomendaciones internacionales. "El sistema procura que todos los habitantes, con independencia del lugar en el que vivan, tengan las mismas oportunidades de recibir el tratamiento lo antes posible. Por ello, se ha implementado el Teleictus, para poder actuar rápidamente en los pacientes de los puntos más alejados del HUCA y Cabueñes", explicó el Director de Urgencias. "Código Ictus Asturias, a partir del 112, coordina los diversos servicios, desde ambulancias hasta unidades hospitalarias, pasando por centros de atención primaria, enfermería y médicos especialistas. Tanto el protocolo como el tratamiento funcionan muy bien siempre que podamos actuar pronto", concluyó.

Medidas

La coordinadora de Continuidad de Cuidados del Área Sanitaria VII, Clara Isabel González, recalcó importancia de las medidas a adoptar en caso de ictus. "Hay que colocar al paciente sobre una superficie plana y si tiene dificultad para respirar o vómitos, lo pondremos de lado. Hemos de evitar darle comida o bebida y si disponemos de aparatos, le tomamos la tensión y la glucosa. Y, por supuesto, de inmediato, llamar al 112". Por su parte, la enfermera Nuria García, responsable del Código Ictus Asturias del Área Sanitaria VII, explicó que "la enfermería es el primer eslabón de la cadena y hemos recibido la formación precisa en orden a reconocer y actuar rápidamente en casos de ictus".