Una pareja entró en el garaje del número 10 de la calle Ingeniero Fernando Casariego de La Felguera. Iban a por el coche que tenían aparcado en una plaza alquilada. No olvidarán jamás lo que se encontraron tras abrir el portón: el cuerpo de un joven con signos de haber recibido un disparo en la cabeza. Pronto llegó la Policía Nacional, que precintó el garaje e inició un registro. Así empezó la investigación del asesinato de Iván Castro Verdejo. Un chaval "humilde y tranquilo", según sus allegados, cuya muerte está rodeada de incógnitas. Una semana después del suceso, con la investigación bajo secreto de sumario, la mayoría de las preguntas siguen sin respuesta.

¿Dónde? El asesinato se produjo dentro del garaje. Iván Castro tenía alquilada una plaza en el parking, cerca del piso en el que vivía con su novia. Es un garaje con poco movimiento, el portón se abre y se cierra pocas veces al día. Tiene unas diez plazas, la mayoría alquiladas por vecinos de la zona.

¿Cómo? Hubo dos disparos, los dos impactaron en la víctima: en un costado y en la cabeza. Los vecinos escucharon los estallidos, pero no supieron que habían sido tiros. Todo apunta a que el asesino esperaba dentro del garaje, pero no se descarta que entraran a la vez en el parking. El arma con el que se ejecutaron los disparos sigue sin aparecer, aunque el registro del garaje ha terminado.

¿Por qué? La muerte de Iván Castro llevó la desolación a su familia y amigos. Una tristeza a la que se sumó la indignación por las declaraciones que hizo el delegado de Gobierno, Gabino de Lorenzo, unas horas después del suceso. "Con toda la cautela, fue un problema de drogas", afirmó el responsable político. La familia exigió respeto, y negaron relación de la víctima con ese asunto. Lo mismo que amigos y allegados. Incluso el alcalde de Langreo, Jesús Sánchez, exigió a De Lorenzo que midiera sus palabras. El ajuste de cuentas ha sido una de las hipótesis valorada, pero no la única. La investigación no descarta que el asesino confundiera a la víctima con otro.

¿Quiénes? La identidad del asesino_(o asesinos) es la gran pregunta sin respuesta en la investigación del asesinato de Iván Castro. La Comisaría de la Policía Nacional de Langreo-San Martín del Rey Aurelio ha suspendido fines de semana y festivos. Además, también participan en las indagaciones los agentes de la Policía Judicial y Científica de Oviedo. La identidad de la víctima se conoció poco después del suceso. Era Iván Castro Verdejo, trabajador en Bango Racing Cars hasta que se jubiló por una leucemia. Le recuerdan como un luchador, porque estuvo en estado crítico en dos ocasiones y logró vencer al cáncer. Jesús Bango, amigo de Iván, lo definió con cinco palabras: "Daba la sangre por cualquiera".