"El impuesto de sucesiones en ningún caso puede considerarse como un medio para lograr la distribución equitativa de la riqueza". Así lo expresó el economista Diego Barceló al inicio de la conferencia que con el título "Que no te quiten lo tuyo" tuvo lugar en la Casa de Cultura "Alberto Vega" de La Felguera. El acto fue organizado con la colaboración del Club LA NUEVA ESPAÑA de las Cuencas y el Ayuntamiento de Langreo.

Estaba prevista la asistencia de Clavelina García, vecina de Pola de Siero y que a sus 82 años se ha convertido en la abanderada de la lucha contra la regulación del Impuesto de Sucesiones de Asturias. Una gripe desaconsejaba su presencia en el salón de actos felguerino, asumiendo Diego Barceló la charla en solitario. El economista aseguró que "la situación de Asturias es poco menos que insostenible ya que pagamos el impuesto de sucesiones más alto de Europa, y sin embargo, nuestra economía es la que peor evoluciona de toda España".

Barceló defendió la necesidad de pagar impuestos, pero siempre que estos sean "coherentes", y abogó por eliminar la desigualdad que supone que "un asturiano pague 80.000 euros si hereda una vivienda valorada en 300.000, cuando un madrileño tan solo tendría que abonar 800 euros en un supuesto igual". Esta situación, se da también en otras comunidades autónomas como Galicia o Cantabria, "que tienen una carga impositiva mucho menor a la hora de gravar las sucesiones", tal y como destacó el ponente. Esa circunstancia, "provoca que estemos ante un verdadero "éxodo fiscal" y que muchas personas y sobre todo empresas, hayan decidido instalarse fuera de Asturias". El conferenciante también advirtió sobre "la falsa creencia de que el impuesto tan solo afecta a unos pocos". Y es que, "gravar salvajemente las herencias supone que haya menos ahorro y por tanto se entorpezca la posibilidad de aumentar la productividad, al tiempo que se dificulta la creación de empleo y por ese motivo todos nos vemos perjudicados por el impuesto de sucesiones, incluso quienes nunca tendrán que pagarlo".

"La gente que apoya el impuesto lo hace desde la creencia de que solo afecta a los ricos y además está convencida de que si se elimina habría que recortar servicios públicos y eso no es cierto", enfatizó. Igualmente, llamó la atención sobre la existencia de muchas familias que se ven obligadas a renunciar a la herencia que con esfuerzo le dejaron sus familiares e incluso "a pedir créditos para poder hacer frente al pago de los tributos".

Después de la conferencia se abrió un intenso debate en el que la totalidad de los asistentes manifestaron su disconformidad con un impuesto que algunos tildaron de "auténtica vergüenza".

Para luchar contra la situación, desde el público se propusieron diversos mecanismos, desde la recogida de firmas hasta un "boicot masivo" en el que todos los obligados dejen de pagar para hacer ver a la Administración su descontento y provocar con ello "el necesario cambio en la regulación del impuesto por parte del gobierno asturiano que lleve a su práctica supresión como ha ocurrido en otras zonas de España".