El expresidente de Festejos "Santiago" de Sama, condenado por la quiebra de la sociedad, aseguró ayer que la centenaria entidad "no desapareció por deudas o impagos" sino "por la desidia y falta de interés de todo un pueblo" por conservar sus fiestas patronales. Javier Tato también cargó contra el administrador concursal, sus excompañeros de junta y el grupo de socios críticos con su gestión que en 2014 impulsaron la creación de una comisión para supervisar las cuentas de la entidad langreana.
El Juzgado de lo Mercantil número 1 de Oviedo consideró "culpable" el concurso de acreedores de Festejos "Santiago" y condenó a Javier Tato, y de forma solidaria a Pablo Rodríguez, al pago conjunto de 35.078,40 euros, más intereses, que se integrarán en la masa salarial del concurso para satisfacer las deudas que mantiene la desaparecida sociedad. La sentencia absolvió a otro de los exdirectivos, a Gerardo Suárez Solares. Festejos "Santiago" cerró su actividad en 2015 con una deuda de 205.000 euros y la sede social (tasada en 54.000 euros) como único activo.
Tato expuso ayer que "como es lógico, en un Estado de derecho, acato la sentencia". El expresidente esgrimió que, durante los siete años que estuvo al frente de la entidad, se desarrollaron con normalidad todos los festejos programados. "También cada año se aprobaba el balance económico y de actividades presentado a las asambleas correspondientes sin contestación social alguna", explicó.
La dimisión de Tato al frente de la entidad se produjo el 4 de noviembre de 2014 tras la creación de una comisión de cuentas por parte de un grupo de socios cuya validez se negó a reconocer y ante "la total y absoluta pérdida de confianza en los dos vicepresidentes", argumentó ayer. Tato también se mostró crítico con el administrador concursal, Ignacio Blanco. "Esta persona me acusa de supuesta falta de colaboración, algo que no se corresponde con la realidad. Cuando presenté mi dimisión le hice entrega de las llaves a la entonces letrada de la Sociedad en un sobre cerrado junto a mi carta de renuncia. Toda la documentación quedó en la sede social el 4 de noviembre de 2014. A partir de esa fecha el responsable de su custodia era el vicepresidente económico". Tato también remarcó que el administrador concursal sí "se reunió con todos aquellos cuyo único objetivo era lograr la inmediata desaparición de una entidad con 115 años de brillante trayectoria".
También expresó Tato que sería un "grave error" equiparar una entidad sin ánimo de lucro a una empresa. "La Sociedad de Festejos y Cultura Santiago Apóstol de Sama nunca ajustó su Tesorería al Plan General de Contabilidad del Ministerio de Hacienda. Si todas las asociaciones de Asturias tuvieran la obligación de hacerlo estaríamos firmando el acta de defunción de todas ellas".
El expresidente de la entidad también invitó "a la reflexión de los 1.184 socios santiaguinos existentes en el año 2014 y a todos los vecinos de Sama. Que nadie piense que la Sociedad de Festejos y Cultura 'Santiago Apóstol' desapareció por deudas o impagos sino por la desidia y falta de interés de todo un pueblo en trabajar en la noble tarea de mantener y conservar sus costumbres y tradiciones manifestadas a través de sus fiestas patronales", apostilló Tato.
