Parece que ya no hay vuelta atrás en la liquidación de Mieres Tubos (antigua Perfrisa). El administrador concursal ha presentado ante el juzgado un Expediente de Regulación de Empresa (ERE) de Extinción para los cincuenta trabajadores de la plantilla que, si nada lo remedia, será ratificado por la sala. Mientras llega esta decisión, que ocurrirá dentro de unos días, la plantilla deberá volver a sus puestos de trabajo el día 1, una vez concluido el expediente de regulación de empleo temporal que firmaron en octubre. La retirada del grupo inversor italiano que estaba interesado en la factoría ubicada en Mieres dio al traste con las esperanzas de salir adelante. También liberará a los trabajadores para que puedan buscar un nuevo empleo.

La compañía se encuentra en concurso de acreedores desde el pasado mes de agosto. El Juzgado de lo mercantil de Oviedo tramitó el auto de declaración de un concurso deudor y nombró un administrador concursal para encargarse de atender las reclamaciones de los acreedores de la empresa. En un principio, el administrador concursal fijó como fecha límite para la liquidación de la empresa finales de septiembre, aunque lo condicionó a la oferta de los italianos. Por ello amplió hasta final de año el plazo. Sin embargo, el posible inversor se retiró a finales de noviembre, dejando sin opciones de futuro a la plantilla de la factoría mierense.

Impagos

El comité de empresa, formado por representantes de CC OO, UGT y USO, no se dio por vencido y exigió a la familia Uribarren -propietaria de la empresa- que "proponga algo serio para el futuro de Mieres Tubos". Pero este ultimátum tampoco ha tenido demasiado efecto. Por otro lado, y a pesar de la extinción de la compañía, lo que sí se quedará son las deudas de Mieres Tubos. En el caso de la plantilla, los impagos ascienden a más de 700.000 euros, ya que los trabajadores llevan sin cobrar sus salarios desde principios de año.