Las lluvias de las últimas semanas han provocado un nuevo argayo en el concejo de Aller. Se trata de un desprendimiento que ha terminado por cerrar el paso a los vecinos por el paseo fluvial del concejo a la altura de Corigos, y a muy pocos metros del desprendimiento de tierras que hace un tres años cubrió el acceso por carretera a Cotobello y que amenazó con desprenderse sobre el entronque de la glorieta de Corigos.

De hecho, la zona dañada ya estaba afectada por el corrimientos de tierra que se produjo hace una década y que nunca fue reparado. Ahora, los daños han ido a mayores, hasta el punto de dejar totalmente bloqueada la senda peatonal. Además, los vecinos de la zona alertan de que en el caso de que el argayo aumente su tamaño en las próximas semanas podría verse afectada la calzada del Corredor del Aller. La carretera se encuentra a no más de tres metros del talud afectado por el corrimiento de tierra.

Los vecinos de Corigos y Piñera exigen una urgente actuación en la zona para dar una solución definitiva al argayo que lleva ya prácticamente una década dando problemas y cuyos efectos se acaban de incrementar de forma notable.