La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Mieres se queda sin chalés

La antigua casa rectoral y los inmuebles de la calle La Pista y de Anasagasti sufren numerosos problemas que podrían terminar con su demolición

El chalé de la calle La Pista. A la derecha, el edificio de Anasagasti. GEIJO / SILVEIRA

El desarrollo urbano de Mieres fue durante la segunda mitad del siglo pasado enterrando bajo grandes edificios las numerosas casas unifamiliares que daban personalidad a la ciudad. Las pocas que han sobrevivido en el centro de la villa, salvo excepciones, sufren un avanzado deterioro. Están en ruinas y muy cerca de alcanzar esa calificación. Ejemplos son el chalé de la calle la Pista, el de Numa Guilhou diseñado por Teodoro Anasagasti y la antigua casa rectoral que ha tenido que abandonar Proyecto Hombre debido a su mal estado.

Con el derribo a principios de siglo de los viejos barrios del Vasco y Oñón desaparecieron el grueso de viviendas unifamiliares con terreno anexo que aún tenían cabida en la zona centro del casco urbano de Mieres. Ahora, los últimos chalés de Mieres se tambalean. Ni el Ayuntamiento ni la Iglesia, sus dueños, han mostrado interés por cuidarlos y mantenerlos en pie.

Tras la recientemente demolición de Casa Feito en Requejo debido a su avanzado estado de ruina, el chalé de la calle la Pista correrá la misma suerte en pocas semanas. Con la techumbre ya totalmente hundida, esta vivienda fue construida hace 70 años por la familia Olavarrieta y en la década de los ochenta fue adquirida por la constructora Goncesco, viéndose afectada por el contencioso urbanístico que enfrentó a la promotora y el Ayuntamiento por la recalificación de ésta y otras dos fincas. Por este motivo, el inmueble ha estado cuarenta años abandonado, hasta que el juez decidió el pasado año la cuantía definitiva de la expropiación forzosa de los citados terrenos (unos tres millones), pasando por tanto la deteriorada casa a ser propiedad municipal.

El chalé de la calle Numa Guilhou comprado por el Ayuntamiento de Mieres en 2009 (180.000 euros) para abordar el desarrollo del fallido museo de la toná también está a punto de desmoronarse, en este caso por sí mismo. Los daños estructurales que presenta el edificio son cada vez más evidentes, hasta el punto que los vecinos de la zona temen que la parte central del inmueble pueda venirse abajo. El edificio está incluido en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias por su valor arquitectónico. La intervención más urgente es la de la cubierta, que es la que se encuentra en peor estado. El último gobierno local del PSOE había llegado a redactar el proyecto, pero nunca se llegó a licitar. La intervención estaba presupuestada en 120.000 euros, una inversión actualmente prohibitiva.

Más activo se muestra el Ayuntamiento con una propiedad de la Iglesia que también se encuentra en un estado deplorable. Es el caso de la vieja casa rectoral de la calle Jerónimo Ibrán. El alcalde de Mieres ha enviado una carta al Arzobispado exigiendo la puesta en marcha de las obras. En caso contrario, el Ayuntamiento asumirá esta tarea, pero repercutirá los costes al dueño. En su carta, el alcalde de Mieres recuerda a la diócesis de Oviedo, propietaria del inmueble, que en junio del año 2015 ya se comunicó que el edificio tenía unos "graves deterioros" y que, por lo tanto, se iniciaba un expediente urbanístico.

Compartir el artículo

stats