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La caída demográfica en los valles mineros

Los alcaldes de las Cuencas exigen inversiones ya para frenar la despoblación

Los dirigentes municipales reclaman inversiones para generar empleo, además de mejorar la oferta de vivienda y los servicios en la zona rural

Los alcaldes de las Cuencas exigen inversiones ya para frenar la despoblación

Las Cuencas tienen que ser un lugar para trabajar y para vivir. Es lo que reclaman los responsables municipales de los valles de Nalón y Caudal, tras conocer los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE): durante 2016, los diez municipios de las comarcas perdieron un total de 2.221 vecinos. "Es un drama y hay que frenarlo", coinciden los regidores, que exigen la implicación de la Administración regional y el Gobierno central.

A la cabeza en pérdida de vecinos (y en segundo puesto en el ranking de la región) está Langreo. El concejo cerró 2016 con 670 personas menos inscritas en su padrón. "La falta de perspectivas de empleo es nuestro principal problema", afirmó el regidor, Jesús Sánchez. También la escasez de vivienda de alquiler y vivienda nueva: la última licencia municipal para la construcción de edificios se otorgó hace un año y medio.

El alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, es más rotundo: "Las Cuencas están abandonadas por el Principado y el Gobierno central". "Es necesario seguir inyectando financiación a los valles mineros para su reactivación, al menos, durante dos generaciones más", añadió. Afirmó que su punto de vista está respaldado por un documento del Consejo Social Europeo. Tanto el alcalde de Mieres como el regidor de Langreo apuestan, desde los ayuntamientos, por mantener servicios y mejorarlos todo lo posible: "Esa es nuestra responsabilidad y no la podemos eludir", concluyó Jesús Sánchez.

Es la misma postura que defendió el alcalde de Laviana, Julio García. Aún con una bajada notable, de 13.402 a 13.236 vecinos, está entre los municipios de las Cuencas que mejor se mantienen. "Tenemos un buen balance de nacimientos, pero la población está muy envejecida", señaló el máximo dirigente local. En Sobrescobio, el alcalde Marcelino Martínez, afirmó que tienen el mismo problema, pero que en los últimos años "se ha asentado gente joven en el concejo". Aún así, durante 2016, el censo bajó en 25 personas.

En Caso, la caída fue del doble: 50 personas. El regidor, Miguel Fernández, exigió "impulsar las políticas que ayuden al mantenimiento de las labores relacionadas con el ámbito rural". "Si no apostamos por la agricultura y la ganadería, esta sangría seguirá creciendo en los pequeños municipios. Tenemos que seguir trabajando para proteger al sector primario, estamos finiquitados", añadió.

Es la visión que también ofrecen los alcaldes de los dos municipios más pequeños de la comarca del Caudal, Morcín y Riosa, Mino García y Ana Díaz respectivamente. "Los pueblos tienen que tener todos los servicios posibles y las mejores comunicaciones", señaló Díaz. El regidor morciniego considera que las Cuencas están "en tierra de nadie": "Se apuesta por inyectar presupuesto al centro, que es generador de empleo, y a las alas", destacó.

Un plan "de choque y urgente" reclamaron en Aller y Lena. El municipio allerano perdió, en 2016, 259 vecinos. El alcalde, David Moreno, destacó que "es evidente que necesitamos unirnos al Principado y al Gobierno central para la búsqueda de soluciones". Además, compartió la visión de los expertos, y señaló que "no hay una varita mágica para arreglar esto, la solución pasa por un plan sostenido a lo largo del tiempo". Gema Álvarez, alcaldesa de Lena, apuesta porque el empleo que se genere en Lena sea para los lenenses. Desde su punto de vista, "si ofrecemos puestos de trabajo, este será un buen lugar para vivir". La vivienda, añadió, no es un problema en el concejo: "Actualmente sí hay una buena oferta de casas en alquiler y venta".

La vivienda

Lo que sí es necesario, añadió a renglón seguido, es "un cambio en la mentalidad social para que las rentas no se vean como la segunda opción. Seguimos apostando por adquirir vivienda en lugar de los alquileres". Para cambiar esta tendencia, coinciden alcaldes de las Cuencas, es necesario que el Principado y el Gobierno central "incentiven de alguna forma los alquileres en los territorios más afectados por la pérdida poblacional". El alcalde de San Martín del Rey Aurelio, Enrique Fernández, prefirió no hablar sobre la pérdida poblacional. El municipio cerró 2016 con 266 personas menos en su padrón.

El punto de vista de los expertos consultados con LA NUEVA ESPAÑA coincide con las reclamaciones de los alcaldes de las Cuencas. Los economistas apuestan por la generación de empleo y la mejora en la calidad de vida para asentar población. Eso sí, advierten que no será fácil y que los planes para frenar esta tendencia demográfica a la baja, mantenida durante las últimas décadas, tienen que aplicarse ya y tardarán años en dar resultado. Esta falta de inmediatez, apuntan los expertos, hace que las administraciones no apuesten en firme por políticas de este calado: "No son políticas que generen votos", afirmaron.

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