La pugna por la representación del movimiento vecinal en Mieres no cesa. Sofocada inicialmente la rebelión de varias de las principales asociaciones del casco urbano tras decidir la directiva de la emergente Agrupación Vecinal de Mieres prescindir de uno de sus miembros más activos, Ángel Luis Rubio, éste ha decido reflotar la postergada Federación de Vecinos, lo que podría provocar una división en el movimiento asociativo local.

Rubio, en concreto, tiene previsto convocar de manera inmediata una asamblea de la Federación de Vecinos con tres objetivos muy definidos. El primero es conformar una nueva directiva que se encargue de dinamizar de nuevo al citado colectivo. A continuación, los planes de Rubio y sus colaboradores son separarse de la Agrupación Vecinal de Mieres, plataforma en la que se integró hace dos años . Finalmente, la Federación reclamará al Ayuntamiento que la restituya en los órganos de representación municipales en los que venía participando hasta ahora. Y es que uno de los detonantes de esta nueva crisis tiene su origen en la decisión del Consistorio de apartar a la Federación de entes como el Foro Cívico de Medio Ambiente, el Consejo de Participación Ciudadana o la Ponencia de Vivienda, por poner varios ejemplos.

"Se nos ha apartado de estos organismos de manera irregular y, por nuestra parte, vamos a defender nuestro derecho de representación", explicó ayer Ángel Luis Rubio. A esta situación se ha llegado a raíz de que hace dos años el movimiento asociativo sufriera una catarsis. Hasta entonces, la Federación de Vecinos era la entidad de referencia, con más de treinta colectivos en su seno. Por otro lado estaba un colectivo de asociaciones no federadas y, como tercera vía, el grueso de las entidades de Turón, que se podría decir que iban por libre. Ante la imposibilidad de hacer un frente común debido a las incompatibilidades personales de muchos dirigentes, se optó por una solución a mayores. Se creó la citada Agrupación Vecinal de Mieres, englobando a todos, y con una dirección de consenso liderada por Arsenio Díaz Marentes. Las aguas estuvieron aparentemente tranquilas hasta que el pasado verano se decidió apartar a Ángel Luis Rubio.

Barrios urbanos del peso de Vega de Arriba, San Pedro y Santa Marina salieron inicialmente en defensa de Rubio, pero finalmente aceptaron firmar una tregua con la Agrupación. Ahora, de nuevo, Ángel Luis Rubio y parte de la directiva de la Federación quieren lograr escindir el consenso alcanzado hace dos años. En la asamblea que se celebrará próximamente quedará patente con qué apoyos cuenta la Federación. Es decir, una treintena de asociaciones deberán posicionarse: o la Federación o la Agrupación.

La paz firmada en septiembre se escenificó con un perfil bajo. No se quisieron dar muchas explicaciones sobre el desencuentro y posterior arreglo. La nueva crisis pone de nuevo a prueba la fortaleza del proyecto común que arrancó a finales de 2015.