Ni el orbayu, ni el frío, ni las alertas. Nada puede minar la moral de los "comenabos". La Foz de Morcín, capital mundial de esta hortaliza, se vistió ayer de gala, con capa y montera picona, para investir a cuatro nuevos cofrades de honor, que juraron defender y promocionar el nabo allá por donde vayan. El rector de la Universidad de Oviedo, Santiago García Granda; el actor Alberto Rodríguez; la escritora Ana López, y el párroco y fundador de la asociación Siloé, José Antonio Santaclara, se convirtieron ayer en nuevos hermanos de la Cofradía de Amigos de los Nabos de Morcín, en una variopinta ceremonia que se llevó a cabo en la iglesia, que se quedó pequeña para acoger a los miembros de las 33 cofradías que quisieron acompañar a la de Morcín en su día grande.

Francia, Portugal y España fueron los países representados en el desfile con el que se abrieron los actos del decimocuarto Gran Capítulo de la cofradía morciniega. Feliz estaba Pepe Sariego, cofrade mayor, que destacaba la gran semana gastronómica que se va a vivir en la localidad, "empezando por los nabos, siguiendo por el Concurso mundial de casadielles, y terminando con el Certamen de afuelga'l pitu". "Está bien para una parroquia tan pequeña", destacaba Sariego, mientras le reclamaban para otros menesteres.

Al acabar el desfile, y en la plaza donde se ubicada el mercáu asturiano, los cofrades de honor, nerviosos a la par que ilusionados, esperaban ansiosos su coronación y ese momento tan especial como es besar el nabo, que, por cierto, ayer era de un tamaño considerable, con un peso de tres kilos trescientos gramos.

El sacerdote José Antonio Santaclara aseguraba: "Voy a besar el nabo con agrado, y en adelante seré cocinero del pote de nabos". El rector, Santiago García Granda, indicaba que "no sé por qué no es más popular el pote de nabos en Asturias". Destacó que este año la Universidad trabajará y profundizará en la investigación en torno al Monsacro, y aprovechó para bromear con que "igual hay que pensar en poner el pote de nabos en el menú de la Universidad, y la sidra como bebida oficial". El actor Alberto Rodríguez, experto cofrade -ya lo es del Sabadiego y del vino de Cangas- señalaba: "A mí lo que me presta es este ambiente de cofradías y disfrutar de los productos". Por último, la escritora Ana López, que conocía la fiesta ya que fue una de las anfitrionas de la investidura de Miguel Bosé como cofrade, señaló que "es un gran honor, porque es una tradición que tenemos que conservar". Por allí también estaban el alcalde de Morcín, Mino García, que agradeció la implicación de los Amigos de los Nabos, y la de Riosa, Ana Díaz, que rindió visita al municipio vecino.

Una vez en la iglesia, y tras cantar el himno de la cofradía, los Amigos de los Nabos recibieron a su miembro número 33. Juan Carlos Fernández, exconcejal en Morcín, se unía por derecho propio a la hermandad morciniega. A continuación, la gala prosiguió con la entrega de los premios del concurso "Los nabos na cocina", que tuteló la Escuela de Hostelería del IES Valle de Aller. El primer puesto fue para Pablo García, alumno del centro allerano, con un "Chipirón y nabo a la sidra". Como subcampeón se situó Gonzalo Presumido, de la misma escuela, con un "Solomillo de cerdo y royal de nabos". Completó el podio Adrián Vázquez, de la escuela de Pravia, con unos "Falsos tagliatelle de verdura".

Y para completar la gala, la entronización de los nuevos cofrades de honor. Ante la atenta mirada de otros hermanos honorarios como el psicoesteta Ramiro Fernández, la presidenta de los Humanitarios, Esperanza del Fueyo, y el juez Agustín Azparren, los que iban a ser nuevos miembros fueron desfilando por el altar. Bajo el arco, José Antonio Santaclara, Santiago García Granda, Alberto Rodríguez y Ana López posaron sus labios en la hortaliza a la orden de "Besa el nabu", que profería Pepe Sariego.

Y, tras la gala, llegaba la comida de confraternización. ¿Adivinan el ingrediente principal?