La consideraba un objeto de su propiedad, la controlaba. La golpeaba, se imponía. Le decía "si un día me fallas, te mataré". Y, cuando ella decidió romper para siempre, él quiso cumplir su amenaza. La Fiscalía del Principado de Asturias pide doce años de prisión y ocho de libertad vigilada para un hombre que presuntamente intentó matar a su expareja en Mieres. La esperó a la puerta de una peluquería de la calle La Vega y, según el relato del Ministerio Fiscal, trató de apuñalarla con un cuchillo de quince centímetros. También se solicita la prohibición de que el hombre resida en la localidad y el pago de 12.210 euros a la víctima en concepto de indemnización. Ocurrió en diciembre de 2016 y esta mañana, en la Audiencia Provincial, se celebrará el juicio. El hombre está en prisión provisional desde entonces. Antes de lo ocurrido, la mujer no había presentado denuncia por miedo y el procesado no tenía una orden de alejamiento.

La suya era una relación de "sometimiento", afirma el Ministerio Fiscal en su escrito. Había entre la pareja una diferencia de edad de treinta años (él nació en 1945 y ella en 1975). Además, el hombre mostraba un carácter "violento, celoso y posesivo", hasta el punto de "considerarla un objeto de su propiedad". "Le llegó a decir, en más de una ocasión, que no la mataba porque la quería. Pero que si le fallaba en algo la mataría", apunta la Fiscalía.

La relación estuvo marcada por varias agresiones que ella "no se atrevió a denunciar". La última vez que la golpeó, "ella sí tomó la decisión de romper definitivamente con el procesado". Él, sostiene el Ministerio Fiscal, "no aceptó en modo alguno la ruptura" porque "la consideró una traición". Así se fraguaron los hechos que se juzgarán hoy.

El hombre ocultó un cuchillo de quince centímetros en una bolsa y se apostó en la entrada de una peluquería de la calle La Vega, a la que sabía que ella había acudido. Cuando salió del establecimiento, él "se abalanzó sobre ella, empujándola". Alarmada al verlo, la mujer entró otra vez en la peluquería. El hombre, siempre según el Ministerio Fiscal, la siguió y trató de calmarla. Le dijo que estaba muy guapa, que no se asustara, que saliera con él.

Ella confió, y se acercó. Fue entonces cuando el hombre "decidió matarla, sacó del interior de la chaqueta el cuchillo que llevaba escondido y lo dirigió directamente al abdomen de la mujer con intención de clavárselo". "Si bien ella reaccionó instintivamente y consiguió repeler el ataque sujetando el arma con la mano izquierda, hasta que el procesado la tiró al suelo, colocándose encima", señala el escrito. En ese momento llegaron varias personas y consiguieron apartar al acusado de la mujer, que permanecía tendida en el suelo. La mujer sufrió una herida en la mano y le quedó como secuela una cicatriz.

La Fiscalía considera los hechos constitutivos de un delito de asesinato en grado de tentativa, en el que concurren las circunstancias agravantes de razones de género y de parentesco. Es por eso que solicita, además de la petición de cárcel y libertad vigilada, otra serie de medidas durante la libertad vigilada y permisos. Estas son: prohibición de comunicarse con ella por cualquier medio y obligación de estar siempre localizable mediante aparatos electrónicos.