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Reicastro, que costó 4,5 millones, sigue vacío seis años después de urbanizarse

La falta de interés de las empresas y la crisis económica han provocado que el polígono no haya podido ocupar hasta ahora ni un metro de suelo

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El polígono de Reicastro, vacío

El por entonces presidente de Hunosa, Luis Tejuca, aseguró en 2002 que la escombrera de Reicastro se iba a convertir "en el mejor polígono de la comarca". Los terrenos están urbanizados desde principios de 2012, pero tres lustros después de que la dirección de la empresa hullera anunciase con optimismo sus planes empresariales para los terrenos, los suelos desconocen lo que es la actividad industrial. La lentitud con la que caminó el proyecto, primero, y luego la crisis, unido todo ellos a la debilidad endémica del territorio a la hora de generar nuevo tejido económico, ha provocado que Reicastro lleve seis años esperando nuevo uso.

La parálisis del polígono de Reicastro puede cifrarse en seis años si se toma como referencia el desarrollo del proyecto de urbanización de los terrenos para uso industrial, labores que acabaron a principios de 2012. Pero también podría situarse en 12 años, ya que los trabajos de retirada de estériles en la antigua escombrera próxima a Ujo concluyeron en mayo de 2006, dejando el terreno despejado para el uso empresarial, según señaló entonces Hunosa. No sólo se ha perdido tiempo. Habilitar los terrenos para uso industrial costó en su momento de casi 4,5 millones de euros. La inversión se hizo sin que se despejasen dos grandes incógnitas.

Por un lado, el proyecto del enlace con la autovía Oviedo-Campomanes está totalmente congelado y a estas alturas el Ayuntamiento ya tiene prácticamente asumido que no se ejecutará al menos en los próximos años. Así, las labores desarrolladas en la vieja escombrera han recogido únicamente la construcción de dos glorietas de distribución. Ahora bien, también está pendiente de solución un problema mucho más grave. Hunosa no tiene empresas para instalarse en el polígono, por lo que todo indica que los terrenos estarán aún más tiempo en barbecho.

La antigua escombrera de Reicastro, situada en las proximidades de Ujo, es en estos momentos la mayor bolsa de suelo industrial de que dispone Mieres y prácticamente la mayor del valle del Caudal tras el desarrollo de Argame y, parcialmente, de Villallana. El primer proyecto que trascendió para Reicastro lo promovió la compañía Ingeniería de Cerramientos y Fachadas Llanera, que planteó una inversión de casi ocho millones de euros y la creación de 38 nuevos puestos de trabajo. Luego hubo contactos con GAM y Rioglass, pero la lenta gestación del polígono truncó estas opciones. El año pasado Asturiana de Laminados mostró interés por el polígono, pero la iniciativa lleva meses en punto muerto.

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