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Sadim Ingeniería, filial de Hunosa, regula a sus 40 empleados durante quince meses

La plantilla de la empresa de diversificación, con sede en Ciaño, verá reducida su jornada laboral y perderá los complementos salariales

La sede de Sadim Ingeniería en Ciaño. FERNANDO GEIJO

El futuro de Sadim Ingeniería, filial de diversificación de Hunosa, pende de un hilo. Los más de 40 trabajadores de la empresa, "con la moral por los suelos", ya están inmersos en un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), por el que han reducido su jornada laboral un veinticinco por ciento (de ocho a seis horas) además de perder todos los complementos salariales. El expediente, si nada lo remedia, estará vigente durante los próximos quince meses. Desde el comité de empresa denuncian que la intención de Hunosa es la de "cerrar la empresa y ahorrarse costes", algo a lo que no están dispuestos.

A mediados de diciembre pasado, los sindicatos denunciaban la intención de la hullera pública de aplicar la regulación de empleo en Sadim Ingeniería. El planteamiento actual era la reducción a la mitad de la jornada, es decir, a cuatro horas, y una "modificación sustancial" de las condiciones de trabajo, lo que significaba eliminar cualquier complemento salarial de los trabajadores que no fuera el sueldo base y la antigüedad. Eso sí, en ese planteamiento inicial, quedaban fuera los cinco cargos directivos de Sadim Ingeniería. Finalmente, tras varias negociaciones, se llegó a un acuerdo por el que se ha regulado a toda la plantilla, incluidos los citados directivos.

El expediente comenzó a aplicarse el pasado día 8. Según explican desde el comité de empresa, finalmente la reducción de jornada fue del veinticinco por ciento, es decir, trabajan seis horas en lugar de ocho. Donde no hubo negociación posible fue en el sueldo. La plantilla de Sadim Ingeniería ha perdido todos los complementos que figuran en el convenio de "oficinas y despachos", al que están adscritos. La única excepción que se hace es con el personal que tiene que viajar para supervisar los proyectos que tienen en marcha, trabajadores a los que se saca de la regulación durante esos días para después volver a incluirlos a su regreso.

"Somos como una tripulación en un barco a la deriva", afirmaban ayer desde el comité a LA NUEVA ESPAÑA. Y basan esa tajante sentencia en que tras la aplicación de las medidas, dos jefes de área y el coordinador técnico han dejado sus puestos, sin nadie que los sustituya. "Estamos con la moral por los suelos, y lo único que podemos hacer es trabajar al máximo para que los clientes queden satisfechos e intentar tirar nosotros por la nave", aseguraban ayer los portavoces de la plantilla.

Entre los pactos de la regulación, el comité exigió la creación de una comisión de seguimiento para analizar las cifras y ver el efecto que está teniendo la regulación sobre las cuentas: "Esperamos que si la cosa va a mejor, se pueda recortar el ERTE de quince a doce meses, por lo menos, aunque no somos optimistas".

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