El exitoso plan de recuperación del rebeco en la sierra del Aramo ha puesto a la asociación de cazadores de Morcín en situación de organizar recechos de caza. El colectivo, tras impulsar el programa de repoblación, cobra mil euros por salida, a los que hay que sumar otros 500 en caso de que el cazador se cobre la pieza. Los responsables de la iniciativa reconocen que la restablecida presencia de los rebecos sirve de reclamo para cazadores y montañeros de fuera de la región. Un turismo ligado a la fauna salvaje que parece estar germinando en la comarca del Caudal. Los ciervos, en Aller, e incluso el oso, se han convertido también en valores turísticos.

Los cada vez más frecuentes avistamientos de osos en los montes de Lena y Aller no sólo han provocado sustos y recelos, también ha puesto a trabajar el ingenio de quienes piensan que todo se puede rentabilizar de un modo u otro. En este caso, cabría esperar que los plantígrados ahuyentasen a la gente, pero el efecto que se busca es el contrario, que atraigan visitantes. Así, los hosteleros de Lena están dispuestos a aprovechar "el tirón" de la presencia de osos en el concejo. El presidente de la asociación Asturcentral, Luis Núñez, anunció hace meses que la entidad tiene previsto ofrecer un programa de rutas para avistar a estos grandes animales.

Zonas de paso

La Fundación Oso Pardo desarrolló, en 2012, un proyecto LIFE+ para garantizar el paso y el asentamiento de la especie. El plan tuvo una inversión de algo más de un millón de euros. La Consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales también está abordando un proyecto de recuperación, que incluye plantaciones de frutales y desbroces. De momento, una familia de plantígrados fue censada el año pasado y los vecinos de la zona rural de Lena aseguran que hay varios ejemplares más. El éxito del oso como imán turístico está aún por explorar. Hay obstáculos y dudas que salvar. El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS), por ejemplo, considera "precipitado" el plan de los hosteleros de Lena para potenciar el turismo a través de visitas guiadas para ver osos en el parque natural de las Ubiñas.

Para lo que no hay ninguna traba actualmente es para disfrutar de la berrea de los venados en Aller. De hecho basta con madrugar, llevar calzado apropiado y tener interés por la naturaleza. Del resto se encargan los hosteleros del concejo de Aller, que a través de la asociación Alletur y con la colaboración del Ayuntamiento, lleva más de diez años ofreciendo paquetes de fin de semana que incluyen una excursión a pie por el monte para presenciar el cortejo de los ciervos. El espectáculo natural se ha convertido en uno de los principales reclamos turísticos de Aller junto a la estación de esquí de Fuentes de Invierno. Los hosteleros de Aller no son los únicos en las Cuencas que organizan visitas guiadas para asistir a la berrea. Establecimientos pertenecientes al valle del Nalón ofrecen también estancias en sus hoteles, apartamentos rurales y casas de aldea que incluyen visitas guiadas para escuchar y presenciar la berrea junto a otros extras como menús gastronómicos de la caza, paseos a caballo o rutas en todoterreno.

Para lo que no se conformen con la observación, la fauna salvaje de la comarca también ofrece atractivos en el ámbito cinegético. Y es que el rebeco campa a sus anchas por la sierra del Aramo y lo hace en rebaños bien alimentados y cada vez más numerosos. El proyecto de reintroducción de la especie que comenzó hace una década ha culminado alcanzado un éxito notable. Así, una vez se vea consolidada la población, ya se puede, aunque con muchas restricciones, cazar rebecos en el Aramo. La asociación local autoriza media docena de recechos al año. "Hay animales suficientes para poder abordar nueve o diez, pero optamos por la prudencia", explican los responsables del colectivo. "Una de las finalidades de estas iniciativas es garantizar un buen desarrollo genético de la especie, eliminando los ejemplares defectuosos", añaden.

El recuento

El recuento que han hecho la Sociedad de Cazadores de Morcín y el Principado para contabilizar el número de rebecos que actualmente habitan el Aramo ha confirmado lo que a simple vista ya se sabía. Han sido censados 300 animales, aunque se da por hecho que alguno ha quedado fuera del recuento realizado recientemente. La cumbres del Aramo se asoman por encima de los 1.500 metros. Ahí arriba, el rebeco cantábrico se ha reencontrado con un hábitat perfecto para expandirse. "Cualquiera que acceda a la zona con prismáticos tiene prácticamente asegurado poder verlos", destacan los cazadores.