El hospital de la fauna de Redes lleva más de siete años sin uso y no parece que esta situación vaya a mejorar. Al menos es lo que piensan desde IU, quienes evidencian que el Principado "no tiene intención" de darle salida, sobre todo después de las últimas actuaciones llevadas a cabo en estas instalaciones, con la colocación de rejas en todas las puertas y ventanas del edificio. La coalición de izquierdas asegura, además, que el centro ha sido víctima de varios robos en los que se ha sustraído cableado eléctrico.

"Estamos viendo que pasan los años y sigue sin haber un proyecto que dé salida al centro de recuperación de la fauna y permita darle el uso para el que fue construido", explica Alejandro Alonso, de IU en Sobrescobio. Y es que, a su juicio, "lo único que se está haciendo es gastar dinero en actuaciones, como la de colocar rejas en puertas y ventanas, que lo único que persiguen es evitar que tanto los animales como las personas puedan entrar en el interior y causar más desperfectos de los que ya han sido causados". Sin embargo, estas actuaciones, "parece que tienen la única intención de mantener el centro cerrado, ya que nada hace evidenciar su posible apertura".

La coalición de izquierdas ha trasladado estas dudas a la Junta General del Principado, donde hace unos días se registró una pregunta al Consejo de Gobierno donde se cuestionaba el coste destinado a las medidas de seguridad del hospital de la fauna, así como cuáles eran las intenciones que tenía el Gobierno para estas instalaciones. Y es que la postura que mantiene IU es que la de poner en marcha este centro, "ya que creemos que es bueno para el concejo, sobre todo, porque costó mucho dinero y se llevó por delante el antiguo área recreativa del Castrín", subrayó Alonso.

La construcción del hospital de la fauna de Redes tuvo un coste de cuatro millones y medio de euros para las arcas regionales y tenía como objetivo la recuperación de las especies amenazadas y favorecer la vuelta a su hábitat de animales heridos recogidos en el entorno natural. En estos más de siete años que lleva levantado, el centro sólo se ha usado en dos ocasiones con este fin: para curar a las osas "Molinera" y "Lara", cuatro meses en total.

El proyecto original contaba, además, con una segunda fase que nunca llegó a realizarse y con el que la inversión total ascendería a siete millones de euros. El centro consta de una única planta, pero con 4.076 metros cuadrados de superficie, bastante más de la mitad de lo que ocupa el terreno de juego de campos de fútbol como el Camp Nou o el Santiago Bernabeu (7.140 metros cuadrados). Una vez terminados los trabajos, los visitantes podrían ver a los animales en proceso de recuperación en un cercado de 6,3 hectáreas de superficie.