Reza un lema de promoción turística que Asturias es Paraíso Natural, pero este año también se ha convertido en un paraíso de la nieve. Y es que el último temporal ha provocado una situación inusual en las estaciones de esquí de la región, que se han convertido en los equipamientos que más espesor acumulan en sus pistas en todo el país. Los datos oficiales señalan a Fuentes de Invierno, con 4 metros de espesores, como el complejo invernal que ofrece un mayor espesor de nieve. Tras ella se sitúa Pajares, que declara oficialmente 3,25 metros. Sin embargo, en algunos puntos de la estación lenense, los sondeos realizados dan hasta 6 metros de espesor. Grandes estaciones pirenaicas como Formigal, La Molina o Baqueira-Beret -donde esquían los Reyes-, no llegan a estas cotas, e incluso sus espesores máximos no llegan al mínimo acumulado en los complejos asturianos.

Los datos ofrecidos por Atudem, la Asociación Turística de Estaciones de Esquí y Montaña, que se encarga de recopilar los partes de nieve de todos los complejos asociados en el país, son claros. En el caso de las estaciones asturianas, Fuentes de Invierno figura con un espesor mínimo de nieve en pistas de 1,8 metros, y un máximo de 4 metros. En Pajares, el mínimo está en los 2,20 metros, y el máximo en 3,25 metros. Sin embargo, desde el complejo lenense han señalado que hay puntos con 6 metros de espesor. De hecho, en la parte de alta de la estación, la nieve caída durante el último temporal llegó a acumularse de tal manera que obligó a que los trabajadores tuvieran que mover nieve para permitir el paso de las sillas de los remontes, que prácticamente quedaban enganchadas en las "dunas" formadas por los copos.

Que este último temporal afectó en mayor medida a la cordillera Cantábrica también se refleja en los espesores de las otras estaciones. San Isidro ha llegado a acumular hasta 3 metros, y Leitariegos, 2 metros. La cántabra Alto Campoo tiene sobre sus pistas 2,1 metros de nieve. Tras varias temporadas lastrados por la falta de nieve, las estaciones asturianas han recibido este año un regalo en forma de precipitación que les permite asegurarse, salvo catástrofe mayúscula, el desarrollo de toda la temporada de esquí hasta Semana Santa, fecha fijada inicialmente por el Principado como cierre de temporada. "Igual nos pasamos pidiendo nieve a los Reyes", bromeaba estos días un hostelero cuyo negocio se enmarca en el radio de acción de las estaciones, y que se mostraba aliviado por disfrutar por fin de una temporada sin estrecheces.

A nivel nacional, las precipitaciones que generaron un gran caos en casi todo el país han venido como agua de mayo para los complejos invernales, ya que todos han logrado hacer acopio de reservas para el resto de la temporada.

Pirineos

En el Pirineo aragonés, Cerler, Astún y Formigal-Panticosa son las estaciones que presentan mejores condiciones, tanto por dominio esquiable, como por espesores, ya que todas ellas superan los dos metros de máximo. De igual forma sucede en el Pirineo Catalán, con La Molina (3 metros), Vall de Núria (2,3) y Vallter 2000 (2,3), como estaciones con los espesores más importantes. Baqueira-Beret, uno de los complejos más populares, tiene en pistas entre 1,3 y 2,1 metros de nieve.

El los sistemas Ibérico y Central, los espesores máximos no llegan a los dos metros, pero hay buenas reservas. Valdesquí y Navacerrada (Madrid), acumulan 1,8 metros, y Sierra de Béjar (en Salamanca) y Valdezcaray (La Rioja), llegan a los 1,7 metros. Para finalizar, una de las estaciones más emblemáticas de la Península Ibérica, Sierra Nevada, acumula 2,2 metros de nieve sobre sus pistas en sus cotas máximas.