Los trabajos de ampliación de la factoría de Asturiana de Laminados en Lena marchan a buen ritmo. Tras años de espera intentando lograr el suelo para instalar una nueva línea de acabados que hiciera de la compañía la mayor empresa del sector a nivel mundial, la nueva instalación podrá ver la luz tras el verano. La previsión en crear 80 empleos que se sumarán a los 120 que tiene actualmente Asla. Además, se generarán otros 150 puestos de trabajo de forma indirecta.
Los responsables de la compañía entienden que las obras de ampliación de la actual planta, en una nave anexa ya levantada, marchan sobre lo previsto. Ahora mismo se está esperando que lleguen los primeros equipos, unas máquinas de última generación que permitirán hacer de la empresa asentada en el polígono de Villallana, una de las compañías mundiales de fabricación de bovinas de cinc más avanzadas del planeta.
El proceso hasta llegar aquí no ha sido fácil. La compañía lleva años interesada en el suelo del polígono de Villallana para poder levantar su nueva planta. Sin embargo, la operación no parecía sencilla. La ausencia de un plan parcial adecuado hizo que todo se retrasara. Tampoco ayudaron las malas relaciones en la Corporación municipal entre el gobierno local y el principal grupo de la oposición. IU y PSOE llevan meses lanzándose reproches en torno a una ampliación que supondrá una inversión de casi 20 millones de euros y que permitirá crear de aquí a tres años 80 empleos directos y más de 150 indirectos.
Permuta
El pasado verano, la situación se encauzó. Y es que tras años de espera, Ayuntamiento y empresa encontraban la fórmula para que ambos salieran beneficiados. Asturiana de Laminados se hizo con los terrenos sobre los que el Ayuntamiento quería que se construyese el nuevo centro de Salud de la Pola. Y a continuación, Asla y la administración local llegaron a un acuerdo para la permuta de ambas parcelas: La Ería pasaría a formar parte del patrimonio municipal -más una cantidad de dinero- mientras que los terrenos libres de Villlallana serían para Asla, que comenzaba poco después los trabajos para ampliar la planta.
No es el de Villallana el único proyecto en el que está inmersa la firma presidida por Macario Fernández. Hace unos días, durante una visita de la Comisión de Energía del Congreso a la planta lenense, se anunciaba un proyecto generador de más de cien empleos en las Cuencas mineras de Asturias o León. Esta iniciativa estaría vinculada al aluminio y apuntaría a instalarse en dos ubicaciones: el polígono de Reicastro, en Mieres y propiedad de Hunosa, o en la localidad leonesa de La Magdalena.
Esta semana, LA NUEVA ESPAÑA desvelaba más detalles, como el nombre del nuevo proyecto: "Asludium". Y también los planes de desarrollo económico de la misma: la planta tendría una capacidad de producción de 30.000 toneladas al año, y su intención, en caso de lograr atraer inversores públicos, es la de abrirla a lo largo del año 2021. La factoría crearía cien empleos. La financiación del proyecto contaría con 20 millones de capital social, de los cuales el 51% lo aportarían los socios privados (10,2 millones), siendo la intención de los promotores que el 49% restante (9,8 millones) sea suscrito por socios institucionales. A esta cantidad habría que sumar otros 27 millones de euros que esperan poder obtener del Reindus, el Programa de Ayudas de Actuaciones de Reindustrialización que impulsa el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital. Otros 17,7 millones podrían llegar a través de subvenciones procedentes de incentivos regionales (que tienen unas limitaciones del 30% de la inversión subvencionable) y 5 millones más se quiere que lleguen con préstamos participativos: una figura en la que la institución pública pone el dinero, que le es devuelto gradualmente por la parte privada.
Exportaciones
Mientras todo eso llega, la realidad es que la factoría de Asla en Villallana sigue su curso, exportando más del 90% de la producción. El cinc producido en la planta de Lena se ha utilizado en numerosas construcciones, muchas de ellas singulares, como una casa del árbol en EE UU o en el mayor templo budista del mundo fuera de China.
Con la nueva línea de acabados, pretenden lograr una mayor cuota de mercado para un producto, el cinc, cuyas aplicaciones en construcción son tremendamente amplias.
