Urko Carmona se ha pasado gran parte de su vida colgando de grandes paredes. Es uno de los escaladores españoles más reconocidos, logrando encadenar pasos con una dificultad 8a, grado de máxima complejidad cuando se escala toda la vía en libre. Ha logrado cotas inalcanzables para la mayoría pese a contar, en principio, con una limitación tan evidente como condicionante. Carmona perdió una pierna en un accidente de tráfico en 1996, cuando apenas tenía 16 años: "Había empezado a escalar con 14 años y en ningún momento me planteé dejarlo. Asumí que el mundo no se había acabado y decidí que tenía que superarme".

Este deportista narró ayer su experiencia vital en el marco de las XXX Jornadas de Montaña de Mieres. No sólo se ha superado a sí mismo, lo más importante. También ha logrado superar a la mayoría de sus compañeros. El escalador alicantino se proclamó recientemente en el Palacio de los Deportes de Gijón campeón del mundo de paraescalada en el apartado de amputados. Carmona consiguió llegar a la final haciendo, según los expertos, una verdadera exhibición de fuerza, elasticidad y destreza. Los estadounidenses Ronald Dickson y Craig Demartino, según y tercero, terminaron cediendo ante la determinación del español. "Al final entre la escalada normal y la paraescalada no hay gran diferencia, cambian un poco los agarres y nada más", señala Carmona, quien afirma que al éxito no se llega tomando atajos: "Al final lo que tienes que hacer es entrenar algo más que quien tiene todas las extremidades. Tienes que potenciar los brazos para compensar el esfuerzo".

La escalada no es un deporte que ofrezca margen para facilitar las cosas a las personas discapacitadas. Al final tienes delante una pared que debes escalar. "La montaña no se adapta, eres tú quien debes superarte", subraya Urko Carmona quien sufrió en 1995 la amputación de parte de la pierna derecha tras un accidente de moto. El duro golpe no le hizo desistir y siguió practicando la escalada hasta convertirse en uno de los mejores del mundo. La pasada fue una gran temporada para él . Además de proclamarse en Gijón campeón del mundo de paraescalada, también ganó la Copa del Mundo. Antes ya había logrado otros dos títulos mundiales, conseguidos en el año 2011 en Arco y en 2012 en París, además de haber ganado el Campeonato de Europa en Chamonix en 2016.

Urko Carmona compagina duros entrenamientos en rocódromos con salidas al monte. Conoce bien la Cordillera Cantábrica: "Vengo con frecuencia. Me gusta mucho la zona de Teverga y también acudo bastante a la zona de Cantabria", remarca el deportista. El Urriellu es para él todo un referente. "La última vez que estuve, no hace mucho, hizo muy mal tiempo y nos fuimos un poco frustrados". Intentó la vía Sagitario, en la cara oeste: "Espero volver pronto al Naranjo para hacer alguna ruta clásica", afirma el deportista.

Las Jornadas de Montaña de Mieres prosiguen hoy con la participación de Bernabé Aguirre. La charla comenzará a las ocho de la tarde en el auditorio de la Casa de Cultura.