Las instalaciones del campus de Mieres acogerán a partir de mayo un nuevo servicio pionero de recarga de vehículos eléctricos. Se trata de un equipamiento distinto a los que ya existen en la región, ya que estará alimentado con energía renovable, en concreto con energía solar. La idea, como explicó Juan Carlos Aguilera, director de la Fundación Asturiana de la Energía (FAEN), que desarrolla este proyecto en colaboración con la Consejería de Industria, es habilitar una marquesina fotovoltaica con baterías de almacenamiento y una electrónica de gestión de baterías con características especiales, además de tener el punto de recarga. Aunque estos elementos existen en el mercado, "es la primera vez que se hace algo que lo integre todo", apuntó Aguilera.
Este punto, al menos en el corto plazo, daría servicio de apoyo de movilidad eléctrica a la Universidad de Oviedo, así como a otras iniciativas que se desarrollen desde FAEN. También se aprovechará para dar difusión y conocimiento sobre el proyecto "con la idea de que se nos quite el miedo del coche eléctrico por quedarnos sin baterías", subrayó. En el largo plazo, y una vez que lo permita la legislación, el punto de recarga también se abriría a que cualquier particular pueda utilizarlo con su propio vehículo. La previsión es que pueda estar funcionando entre los meses de mayo y junio de este año.
La ubicación todavía no está definida, ya que queda por hacerle una propuesta de convenio a la Universidad de Oviedo para decidir el punto. A pesar de ello, el director de FAEN explicó que, al tratarse de un punto de carga de vehículos, "lo ideal sería que estuviese ubicado en uno de los dos aparcamientos que tiene el campus de Mieres; además, es importante que tuviese cierta visibilidad de cara a la población".
Con esta iniciativa, en FAEN también pretenden que las empresas se fijen en el punto y analicen replicarlo en otras ubicaciones, como centros de trabajo o estaciones de servicio.
El punto permitirá la carga de dos vehículos a la vez, ya que tendrá dos tomas, una semi-rápida y una lenta. La primera permite la carga del 80% de las baterías entre una hora y media y dos horas, mientras que el segundo hace lo mismo en ocho horas. Un punto de recarga rápida permite alcanzar el 80% de batería en unos veinte minutos. También tendrá un sistema de reconocimiento de usuario.
De momento, la instalación ya ha sido adjudicada por 29.800 euros a un consorcio de empresas asturianas que se han dado un plazo para instalarlo de cuatro meses una vez que se decida el emplazamiento. Este proyecto complementa al que ya desarrolló Faen en el año 2010 con la colocación de un punto de recarga de vehículos en su sede, ubicada junto al pozo Barredo. El director de FAEN explicó que "hemos hecho pruebas y también tenemos algún usuario, aunque no de forma frecuente".
