Fernández Porrón asumió con naturalidad el balanceo de la política. En 2003 se fue de la Alcaldía sin un mal gesto tras decidir el PSOE dar paso a una nueva etapa. Regresó a la docencia, volviendo a impartir clases en el Santiago Apóstol, el colegio que siempre sintió como el suyo y donde fraguó amistades inquebrantables, como la que mantuvo con el que fuera director del centro y ahora presidente de Cruz Roja Mieres, José María Lana. En 2007, con la misma discreción que se fue, regresó. Fue nombrado director general de Deportes. El presidente del Principado era Vicente Álvarez Areces.

"Siento muchísimo que se haya ido tan pronto. Siempre destacó por su carácter afable y todo el mundo le quería". A nivel político, Álvarez Areces destaca la labor que desempeñó el socialista mierense: "Su contribución al desarrollo del campus fue muy importante y juntos trabajamos para dotar a la Autovía Minera de los enlaces de los que carecía". El diputado regional Jesús Gutiérrez fue secretario general de la agrupación local durante la etapa de Fernández Porrón como alcalde. "Cuando se puso al frente del Ayuntamiento había muy pocos recursos, ya que todavía no habían llegado los fondos mineros", recuerda Gutiérrez. Y añade: "Fue una persona tremendamente íntegra, con un gran tesón".

El periodo de Fernández Porrón como alcalde tuvo momentos de enorme tensión. En aquellos años se abordó un enconado debate social sobre la construcción de una parque comercial en la ciudad, con la Mayacina y Santullano como posibles ubicaciones, decantándose al final la decisión, como es sabido, por la segunda ubicación. También le tocó enmendar el tremendo choque que se produjo en el Ayuntamiento en el marco de un conflicto por el despido y posterior encierro de un trabajador municipal, que acabó afrontando una huelga de hambre. La crispación casi llegó a que se tomase al asalto el Ayuntamiento.

La agrupación socialista también quiso ayer mostrar su lamento por la pérdida: "Se nos va un gran político y una mejor persona que supo ganarse el afecto y respeto del pueblo de Mieres. Hoy es un día triste para todos los que tuvimos la gran suerte de trabajar a su lado", señaló el partido como una sola voz.

La capilla ardiente instalada en el tanatorio de Mieres (La Belonga) recibió ayer cientos de visitas. El exalcalde de Mieres será incinerado en una acto estrictamente familiar. Durante tres días el concejo estará oficialmente de luto.