La suerte ha sonreído de nuevo a Mieres en forma de premio en un juego de azar, en este caso de la lotería primitiva. La administración número 2 de Mieres, de nombre San Juan, y ubicada en la calle Carreño Miranda, a pocos metros de la iglesia parroquial de la villa, selló un boleto agraciado con 674.182 euros, el premio de primera categoría (6 números).

Trinidad Fernández, una de las empleadas de la administración, señalaba ayer a este diario sentirse "muy contenta" por haber repartido este premio. "Uno de los más importantes que hemos dado hasta ahora", recuerda la lotera, que por el momento desconoce la identidad del agraciado a los agraciados.

Fueron los números 9, 31, 15, 12, 2 y 26, por orden de extracción, los que han permitido a uno o varios mierenses llevarse más de 110 millones de las antiguas pesetas. Un dinero que también llegó a Pamplona, ya que el despacho receptor número 63.500 también selló otro boleto de las mismas características. No hubo premios de categoría especial, que conlleva además de acertar los seis números, tener también el reintegro.

Las loteras de Mieres no sabían todavía ayer quien era el agraciado. "No tenemos ni idea si es un cliente habitual o no. Recibimos la noticia de que habíamos dado este premio por la mañana, y estamos encantadas y muy nerviosas", explicaba Fernández poco antes de atender a un nuevo cliente. Como suele pasar en este tipo de premios, saber quien es el agraciado es casi misión imposible: "puede ser un particular, una peña, una primitiva de jueves y sábado...", confiesa la lotera.

No es el primer gran premio que la administración "San Juan" da en los últimos tiempos. Hace en torno a un año y medio, a finales de octubre de 2016, la administración repartía 10 décimos agraciados con el primer premio de la lotería nacional del sábado. En total, 600.000 euros (60.000 al décimo), que cayeron como agua de mayo entre los clientes. Fue entonces el número "28.771" el que se dejó la lluvia de millones, y muchos de ellos cayeron en familias que llevaban jugando ese boleto hasta tres generaciones. La dueña del establecimiento, Concepción Valdés, se mostraba entonces encantada con el premio. Igual que ahora la lotera Trinidad Fernández. Espera que este premio traiga más clientes, y sobre todo, más agraciados con grandes premios.