El 36,8 % de las reclamaciones recibidas el pasado año por la Agencia de Sanidad Ambiental y Consumo regional tienen corresponden a las operadoras de telefonía. Encabezan la lista con 758 quejas, por delante del comercio minorista, que sumó 370 (17,9%) y los servicios bancarios, con 139 (6,7%). Estos datos fueron ofrecidos ayer por la directora de la Agencia de Sanidad y Consumo, María Rosa Urdiales, durante el encuentro entre usuarios del Centro de Formación para el Consumo de Blimea celebrado dentro de los actos del XX aniversario de estos equipamientos en Asturias. En el acto, que se celebró en Sotrondio, también indicó que se retiraron del mercado 82.423 productos inseguros y se tramitaron 2.912 notificaciones de alerta de artículos peligrosos.

En total, el pasado año, en la región, se presentaron 2.058 reclamaciones. En la lista también figuran los suministros de electricidad y gas, la venta y reparación de vehículos, el turismo y la hostelería, los servicios sanitarios, el comercio electrónico, la mensajería y paquetería, los seguros y el transporte aéreo. Las quejas sobre las operadoras de telefonía más habituales se centraron, indicó Urdiales, en "las dificultades para darse de baja, las penalizaciones por compromisos de permanencia, incumplimiento de contratos y consultas y reclamaciones sobre facturación". A estos se unen las altas indebidas en servicios de mensajería premium y la calidad del servicio.

De las 2.058 reclamaciones recibidas el pasado año, 468 fueron trasladadas a otros organismos competentes. La Agencia de Sanidad Ambiental y Consumo tramitó las 1.590 restantes, que dieron lugar a la incoación de 155 expedientes sancionadores. Del total de quejas, 505 fueron solicitudes de arbitraje de consumo, un sistema extrajudicial de resolución de conflictos voluntario en el que empresa y cliente se comprometen a aceptar la resolución.

Urdiales recalcó que durante 2017 se tramitaron "casi 3.000 alertas de productos inseguros y se retiró de la circulación más de 82.000 artículos". Se desarrollaron 17 campañas para analizar el etiquetado y la composición de los artículos, en las que se detectaron 84 irregularidades en alimentos, artículos de puericultura y juguetes, ropa infantil, baterías de móviles y todo tipo de utensilios. Este control se completa con la red de alertas a través de la que se recibieron 2.912 notificaciones de productos inseguros, de los que el 60, 2% tenían su origen en países asiáticos. Por tipología, juguetes, vehículos, artículos eléctricos y ropa infantil fueron los que más avisos originaron.