El propietario de un quiosco del centro de La Felguera fue agredido cuando intentaba evitar que cinco jóvenes robasen en su negocio una semilla de marihuana que regalaba una revista. Ocurrió a la una de la tarde en una calle muy concurrida del distrito langreano, a unos metros del parque Dolores Fernández Duro, hacia donde huyeron los chicos, a los que busca la Policía Nacional.

Los hechos ocurrieron el miércoles. El dueño del quiosco, José Luis Ramos, recibió dos puñetazos por parte de uno de los jóvenes, de unos veinte años de edad. "Me pegó en la cara y en un lado de la cabeza", indicó. Minutos antes tres chicos entraron en la tienda mientras otros dos esperaban fuera. Ramos observó cómo miraban la revista que llevaba el obsequio, que desapareció de la tienda. "En otra ocasión habían realizado la misma jugada", indicó. Por eso, acto seguido se dirigió a la estantería donde estaba la publicación. "Vi que estaba roto el plástico y que faltaba el contenido", apuntó. En ese momento preguntó a uno de los jóvenes, que respondió que "lo encontró así". "O dejas ahí lo que llevas o llamo a la Policía", replicó el propietario del quiosco ubicado en la calle Celestino Cabeza.

En ese momento, Ramos se puso en la puerta para impedir a los tres jóvenes que saliesen. Fue cuando, relató, "me empujaron hacia afuera". Al intentar retener a quien presuntamente había cogido el obsequio de la revista, el chico le agredió. Sus compañeros sujetaron al dueño del quiosco, que agarró al atacante de la sudadera. Éste se la quitó y quedó en poder del dueño del quiosco. "Fue una situación muy violenta", indicó Ramos, que vio como los jóvenes se marchaban corriendo hacia el parque Dolores Fernández Duro. Un cliente del quiosco avisó a la Policía Nacional, que se personó en el negocio. El agredido acudió poco después al centro de salud para ser atendido de sus lesiones. Ayer aún tenía dolor en la cabeza y la cara, donde había recibido los golpes. La Policía intenta localizar a los cinco jóvenes.

Estafa

Los comerciantes de La Felguera también permanecen alerta estos días tras una estafa cometida por una joven en un establecimiento. "Pagó con un billete de 200 euros una compra de poco más de 20 euros", señaló el propietario de una tienda de artículos para mascotas. El comerciante comprobó con la ayuda del detector que el billete no era falso y le dio la vuelta. Fue entonces cuando la joven "comenzó a decir que era muy caro y que no lo quería". El dueño del local le devolvió el billete de 200 euros y cuando fue a recoger la vuelta que le había dado, que estaba sobre el mostrador, se dio cuenta de que faltaban dos billetes de 50 euros. La Policía investiga el caso.