La asociación "Santa Bárbara" inauguró ayer su nueva sede. El colectivo se ha trasladado a uno de los dos chalés proyectados hace casi un siglo por el arquitecto de origen vasco Teodoro de Anasagasti. El inmueble, situado en la calle Numa Guilhou, fue en su momento rehabilitado para albergar el fallido Museo de la Tonada y, en los últimos años, acogió al también fracasado Consorcio de la Montaña Central. Ahora, el edificio inicia una nueva andadura vinculado a una asociación que, al contrario de lo que le ha sucedido a las instalaciones, no ha dejado de crecer y reforzarse con el paso de los años.

Esta asociación nació en 2002 para recuperar las por entonces casi olvidadas fiestas de la patrona minera. Además de cumplir su objetivo fundacional, el colectivo también ha relanzado con éxito la cabalgata de Reyes y ha destacado organizando eventos culturales, trabajando activamente en la recuperación del patrimonio minero a través de su grupo de arqueología industria. "Necesitamos un local más amplio para poder trabajar más cómodamente y contar con espacio para guardar los materiales que hemos ido atesorando durante estos años", explicó ayer Felipe Burón.

La inauguración de la nueva sede de la asociación "Santa Bárbara" contó con la presencia de una amplia representación de la Corporación municipal, con el alcalde, Aníbal Vázquez, al frente. No hay que olvidar que el actual regidor fue fundador y primer presidente de la asociación. El inmueble está estructurado en tres plantas.

En la primera se han habilitado pequeños despachos y en la segunda se ha ubicado al grupo de arqueología industrial. Este equipo de trabajo lleva un tiempo digitalizando el legado del fotógrafo turonés José Muñiz (Los Cuarteles, 1923-1999), quien se encargó durante casi medio siglo de retratar la cotidianidad de una población que se salía de lo común. Fiesta y muertes, espectáculos y trabajo o, incluso, la lucha de la libertad contra la opresión, todo ello quedó inmortalizado a través del objetivo de su cámara. Su diligente mirada ha dejado como herencia cerca de 200.000 negativos que el grupo de arqueología industrial de la asociación cultural "Santa Bárbara" se está encargando ahora de digitalizar para su recuperación como legado visual del valle de Turón.

"La nueva sede nos ofrece unas posibilidades de las que carecíamos", destacó ayer Felipe Burón. La asociación, que cuenta en la actualidad con unos 1.500 socios, recuperó la tradicional fiesta minera a principios de la pasada década. La celebración prácticamente agonizaba y el colectivo ha logrado revitalizarla, dándole un papel relevante en el calendario de celebraciones de Mieres. Además, también organizan, con éxito, la cabalgata de Reyes.

El chalé de la calle Numa Guilhou que ya es la nueva sede de la asociación "Santa Bárbara" fue adquirido en su momento para poner en marcha el Museo de Tonada. Más tarde, concretamente en 2009, el Ayuntamiento compró también el edificio colindante, con el que comparte origen. El complejo fue conocido durante mucho tiempo como "la casa del Notario Justo Vigil". No se trata de inmuebles sin valor. En abril de 2007, el Principado abrió el expediente para incluirlos en el Inventario del Patrimonio Cultural de Asturias, por lo tanto se trata de edificios protegidos. El chalé fue construido en los años 1922 y 1923 y fue proyectado por el arquitecto de origen vasco Teodoro de Anasagasti y Algán (1880-1938). Este arquitecto, vinculado al grupo de profesionales de la revista "La Construcción Moderna" fue llamado a la villa mierense en tiempos del alcalde socialista Manuel Llaneza en la década de 1920 para colaborar en un ambicioso plan de obras públicas.