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ALIDER PRESA | Alcalde de Igüeña y nuevo presidente de la Asociación Comarcas Mineras (Acom)

"La continuidad de las térmicas tiene que ir ligada a la quema de carbón nacional"

"Hay un incumplimiento prácticamente total de los fondos mineros de reactivación; el grado de ejecución de las inversiones es de un 30%"

Alider Presa, nuevo presidente de Acom.

Alider Presa (Igüeña, 1971), acaba de convertirse en el nuevo presidente de la Asociación de Comarcas Mineras (Acom). Militante del PSOE y de UGT, lleva cinco legislaturas en el Ayuntamiento del municipio que lo vio nacer, las dos primeras como concejal y las tres siguientes, como alcalde. Minero de profesión, y prejubilado hace tres años, trabajó como picador en Uminsa. Conoce bien la minería y las comarcas carboneras y, aunque con dificultades, le ve un futuro a un sector que vive un año crucial.

-¿Cómo afronta su llegada a Acom?

-Llego con ganas. Independientemente de como transcurrió la asamblea (en la que el PP se negó a apoyar a la alcaldesa socialista de Fabero, que era la candidata inicial del PSOE leonés) en la que al final hubo consenso, con 80 de 82 votos a favor, que no dejan lugar a dudas. Tengo ganas de luchar, porque creo que queda una oportunidad y cosas que se pueden hacer. Como el otro día decía, yo vivo en el mismo pueblo en que nací, un pueblo pequeño, y tengo la obligación como vecino y trabajador de la mina de estirar hasta el máximo las posibilidades que tengamos.

-La asociación pasó por momentos difíciles hace unos años y parece haberse recuperado.

-La asociación vuelve a estar sólida por una fuerza que te da la unidad. Somos una asociación a nivel nacional, con representación de distintas ideologías políticas, pero al final todos tenemos en la cabeza defender la minería y los territorios, porque todos tenemos el mismo problema y hay que buscar una solución conjunta. Esa unión de los municipios mineros es algo muy importante que hay que aprovechar. Es cierto que hubo años de algo de dificultad en la asociación, pero hablar de Acom siempre infundía un respeto importante y en el último mandato de Adrián (Barbón) se ha recuperado.

-¿Cómo valora la gestión del anterior presidente, Adrián Barbón?

-Creo que fue muy importante porque consiguió recuperar Acom en todos los sentidos de la palabra. Volvió a los consensos y a que los grupos políticos se pusieran a trabajar. Y yo voy a intentar continuar esa línea de trabajo.

-Estamos ante un año decisivo para el sector del carbón, ¿piensa que en 2019 pueden quedar minas abiertas?

-Yo creo que sí. Es un año decisivo y vital. Tengo la certeza de que la mayoría de los pozos y la minería que conocíamos no va a volver. Hablo de la minería de León, que es la que más conozco, pero no va a volver porque físicamente y técnicamente es imposible que vuelvan, porque esos pozos están inundados. Pero también digo que hay otra serie de empresas que tienen una preparación y que sus pozos a día de hoy están preparados. Si fuera necesario, con un mínimo de tiempo y de inversión, podrían estar funcionando con un número de trabajadores y una producción importante. Para que no haya minas en 2019, a mí me tienen que demostrar que España no tiene una dependencia energética del carbón.

-Se habla de un mundo descarbonizado, ¿cree posible eliminar completamente el carbón de los mixes de generación eléctrica?

-Yo creo que ese momento llegará, pero la pregunta es cuándo. Mientras llega y no llega, la necesidad del carbón es obvia. En los dos últimos años, España ha tenido unos consumos de carbón altos o más altos que otros años, rondando el 20% del total de la producción eléctrica nacional. Mientras llega ese periodo de transición hacia la descarbonización, la clave está en que el porcentaje que ahora podría ser mínimo para el carbón nacional, del 4 o el 5 %. Y si se mantendría una reserva estratégica y unos mínimos que incluso llevarían a volver a necesitar trabajadores, que ahora mismo no los hay.

-Los ayuntamientos mineros, que ahora usted preside, cada vez sufren más paro y más despoblación, ¿hay soluciones?

-El problema de la despoblación en el medio rural yo creo que es general, aunque es cierto que aquí quizás tengamos un volumen más alto al dedicarnos casi en exclusividad al trabajo en la mina. La verdad es que la solución es muy difícil. Ahora estamos en un momento complicado, y no cabe duda de que el futuro de los municipios mineros a corto plazo pasa por una parte por el mantenimiento del carbón. Lo que pasa que ahora tenemos que plantearnos muy en serio la etapa posterior al carbón. Hay que ir buscando soluciones para que haya otras alternativas. Y los territorios mineros tenemos muchísimas posibilidades.

-Los fondos de reactivación del último plan llevan un enorme retraso, ¿hay algún mensaje para el Gobierno?

-Esto se reduce sencillamente a que hay un incumplimiento prácticamente total. Los datos que yo manejo es que en el total de los planes la inversión se ha cumplido en un 30%, y en lo que se refiere al 2013-2018 se ha incumplido prácticamente al 100%. En un país como España hay que cumplir lo firmado, y en este caso no se ha hecho. Si no se crea algún mecanismo o se firma algún tipo de prórroga, las inversiones no se van a cumplir porque ya no da tiempo. Ese tiene que ser un objetivo, el lograr un aplazamiento para que se puedan firmar los convenios. Me duele la crítica exterior que resalta la cantidad de dinero que se ha invertido en los territorios mineros. Hay que saber la realidad, y es que apenas llega al 30% del total que se tenía que haber hecho.

-¿Considera que hasta ahora se han hecho bien las cosas con los fondos mineros?

-Las cosas perfectas no se pueden hacer nunca, y a la vista está que esos fondos, con los resultados en la mano, no han funcionado para lo que estaban previsto. En todo caso, esas partidas siempre tenían la palabra "adicionalidad", es decir, que se sumarían a las inversiones que ya se fuesen a hacer. Y ese principio se vulneró. A mi me gustaría saber qué hubiera pasado si se hubieran desarrollado al cien por cien.

-Si tuviera que pedir un deseo de aquí a final de su mandato, ¿cuál sería?

-Una parte muy importante sería la continuidad de las térmicas siempre y cuando consumieran un mínimo de carbón autóctono. Y que en las explotaciones mineras que hay en la actualidad no se pierda ni un solo empleo. A partir de ahí seguiremos trabajando.

-¿Liga la continuidad de las térmicas a la quema de carbón nacional?

-Eso lo tengo clarísimo. Los daños colaterales que hemos sufrido de la quema de carbón merecen una recompensa. Hay sistemas demostrados, como la captura de CO2, que pueden funcionar para quemar de forma más limpia. Lo que por mi cabeza no pasa es mantener las térmicas con carbón de importación.

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