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De enfermera a "Mujer del año"

Charo González, sanitaria durante 43 años, recibe el galardón con el que Lena fomenta la igualdad

Charo González, en Lena. J. R. SILVEIRA

De "nena" enfermera a "Mujer del año" en Lena. María del Rosario "Charo" González ha recibido este año el galardón, que entrega el área de Igualdad del Ayuntamiento coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, por su trabajo en la sanidad durante cuarenta y tres años. A lo largo de estas décadas, ha vivido de cerca los cambios en materia de igualdad en su trabajo. La enfermería, afirma, nunca ha sido un sector especialmente machista porque "la mayoría somos mujeres". Pero sí ha cambiado el trato con el paciente: "Antes te podían decir señorita, enfermerina o nena en el hospital, no te parecía mal. Quizás es porque nosotras teníamos otra mentalidad", apunta. Sus vecinos la eligieron "Mujer del año" por su labor incansable en el centro de salud de la Pola, por correr a cada domicilio cada vez que un paciente la necesitaba: "Sólo hice mi trabajo", afirma, modesta.

Su trabajo sí, pero poniendo el alma. Así lo consideraron las asociaciones de mujeres del concejo que, en enero, decidieron junto a los responsables municipales, quién sería la "Mujer del año". Destacaron de Charo, sobre todo, "su vocación de ayuda, de cuidado a los demás, y que aúna las condiciones de buena profesional y buena persona". Para ellas, esta enfermera -que se jubiló en julio del año pasado- es "un ejemplo de mujer independiente y cercana". Y tímida, como reconoce durante su conversación con LA NUEVA ESPAÑA. "Lo cierto es que no me esperaba este premio", aclara sonriendo. El homenaje a Charo González tuvo lugar en un abarrotado Teatro Vital Aza y la galardonada no sabía que recibiría un premio: "Mis hijos me habían medio preparado, me habían dicho que mis pacientes querían hacerme un reconocimiento. Pero no sabía que sería tan grande".

Su marido y sus hijos, chica y chico, fueron los cómplices. Para Charo González ellos siempre fueron lo más importante. De hecho, se trasladó del hospital Álvarez Buylla al centro de salud de la Pola para estar cerca de su familia, aunque a ella "le gustaba la acción". Cuando empezó a trabajar, en 1975, eran pocas las mujeres que se empleaban fuera de casa: "La verdad es que sí que se hacía un poco extraño para algunos, pero la sanidad era como un oasis en el desierto de esa desigualdad. Siempre hubo muchas mujeres", asegura.

Cambios

"Quizás tengamos otra mentalidad las mujeres de mi edad, pero hay cosas que antes no estaban mal vistas", señala. Como que pacientes mayores las llamaran "las nenas" o "señoritas". "Lo cierto es que nosotras éramos nenas para ellos, teníamos veinte años y era normal que nos vieran así", explica. También han cambiado las normas no escritas con los pacientes: "Llamábamos güelos a los pacientes de más edad, ahora es impensable"..

La suya es una historia de decisiones. En su casa, sus padres, querían que estudiara Magisterio. Mujer de ideas fijas, nunca torció su camino. "Se perdió una gran maestra y ganamos una grandísima enfermera", afirmó la Alcaldesa en el homenaje. Charo González responde al envite con modestia: "La verdad es que todo lo que he hecho, lo he hecho por vocación y por amor a mi trabajo". Y afirma que "las mujeres hemos evolucionado mucho, si miro hacia atrás lo veo. Pero no recuerdo ningún momento de cambio grande, creo que hemos dado y estamos dando pequeños pasos siempre".

Pequeños pasos, pero que ella siempre daba a la velocidad que marcaban las constantes vitales de sus pacientes. En el hospital llegó a ser supervisora de enfermería de las plantas de Medicina Interna, Urgencias, Noches y Especialidades. Dice que allí pasó "los mejores años de su profesión". Siguió desempeñando su labor en el centro de salud con idéntica pasión: "Siempre estaba para todo lo que necesitaras, si alguien se ponía malo iba a donde fuera. No le importaba estar de descanso o de vacaciones", dicen los que la conocen.

Sigue siendo jefa de enfermería en casa, reconoce su familia. Sus hijos la describen como "una superwoman". "Era la última en acostarse y la primera en levantarse. Es de esas personas que, aunque ella esté enferma, saca las fuerzas de cualquier parte y se levanta a echarte una mano con lo que sea. Incansable, no hay forma de pararla", añaden. No hay lugar para las dudas. Para ellos, Charo siempre fue la "Mujer del año".

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