Palabras para matar el racismo. La Asociación pro Inmigrantes "Intervalo" organizó ayer, junto a ocho centros educativos del valle del Nalón, el Día de la Eliminación de la Discriminación Racial. Y lo hicieron, coincidiendo con el Día Mundial de la Poesía, con palabras bonitas. La joven artista Nidia Martínez, natural de México, leyó un manifiesto escrito por Elena Peláez, redactora de LA NUEVA ESPAÑA. "El racismo sigue en la calle, seguimos escuchando cosas que hieren sensibilidades", afirmó Nidia Martínez. Por eso, actos como el de ayer, emocionan. Cientos de voces contra la discriminación y ocho poemas para cerrar el acto.

La programación de "Intervalo" empezó por la mañana, en el Cine Felgueroso de Sama. Allí se reunieron los alumnos de los centros participantes -Benedicto Bembibre Torre de Lada, IES Virgen de Covadonga de El Entrego, CAI Pando, IES Jerónimo González de Sama, CAI de Riaño, IES Juan José Calvo Miguel de Sotrondio, colegio "Juan Luis Iglesias Prada" de Sama e IES Cuenca del Nalón de La Felguera- para presentar sus proyectos de este año.

Empezaron al inicio de curso. Cada centro escogió una temática relacionada con la discriminación y trabajó sobre ella a través de un proyecto visual. Los alumnos del Bachillerato de Artes del IES Cuenca del Nalón eligieron la poesía "Y aún así, me levanto" (Maya Angelou) y la expresaron con dibujos. "Mi pintura representa a una mujer libre, feliz, tranquila", explicó Adriana Vigil-Escalera, mostrando una lámina que mostraba a una mujer semidesnuda, cubierta parcialmente por unas flores.

Junto a ella está su compañera Carla Beatriz. Pintó a una mujer que sabe levantarse, pase lo que pase, y que siempre busca la luz del sol. Ella es natural de Cuba, aunque viajó a Langreo cuando tenía tres años. "Me siento plenamente integrada, soy feliz. Aunque viajo a Cuba a menudo, para visitar a la parte de mi familia que tengo allí", explicó la joven.

Pero la integración, aún hoy, no es plena para todos. Nidia Martínez, responsable de la lectura del manifiesto, recordó que hace sólo unos días "un hombre dijo en el autobús que yo vengo de un país de m... y que sólo traemos m...". "Sé que no alcanzan a ver lo dañinos que son sus comentarios, pero realmente hieren la sensibilidad de muchas personas", añadió.

De esos comentarios que hieren el alma de muchos hablaba el manifiesto, redactado por Elena Peláez. La periodista repasó un hecho que tuvo lugar hace apenas tres meses, en el mundo deportivo. "Ocurrió en un partido de fútbol de Regional Preferente, que enfrentaba al Ribadedeva y al Nalón. El deporte no fue protagonista, lo fueron los insultos racistas", señalaba el escrito. "El árbitro, Tarekegne Asnake Wolde, de origen etíope y guía turístico en Gijón, los recogió en el acta: 'Negro de m..., qué puta pena que no se te pinchó la patera', 'te debió de j... la vista la salitre de la patera'. El comité territorial de competición clausuró el campo dos partidos por lo que calificó como 'incidentes graves del público'", señaló el manifiesto.

Y más actualidad, igual de poco alentadora: "La última Memoria de la Fiscalía General del Estado apunta a un incremento de los delitos de odio, en los que se incluyen las agresiones por motivos racistas y xenófobos junto con otras formas de intolerancia y discriminación". El manifiesto terminaba con el recuerdo de una viñeta de Antonio Fraguas "Forges", recientemente fallecido. En ella, dos hombres leen el periódico. Uno dice: "Es mucho más lo que nos une que los que nos separan". A lo que el interlocutor replica: "Pues a ver si nos enteramos todos".

Eso quiere conseguir la Asociación "Intervalo" con este acto, que lleva celebrando más de una década. "Esperamos que las nuevas generaciones sean más inteligentes y no discriminen", señaló Benjamín Braga, presidente de la entidad. Ocho poemas cerraron el acto. Entre otros, "Cerré mi puerta al mundo" (Emilio Prados), "Viento del exilio" y "Pero Vengo" (Mario Benedetti). El racismo no rimó con nada.