Las pruebas de quema de residuos de depuradoras en la central térmica de La Pereda no han alterado los niveles de emisiones del equipamiento. Así lo reflejan los informes técnicos y medioambientales sobre los ensayos, a los que ha tenido acceso este diario. Además, los estudios concluyeron que el material quemado en la caldera de la térmica mierense, denominado técnicamente como "compost fuera de especificación", es poco apropiado como combustible por su escaso poder calorífico y alta humedad, por lo que no suponen introducir grandes diferencias en la mezcla de la térmica.
La empresa Hunosa, propietaria de la central de La Pereda, participa actualmente junto a otras siete empresas, entre ellas Aqualia y Cogersa, en dos proyectos de investigación en los que se trata de determinar si el equipamiento puede utilizar dos tipos de residuos de depuradoras: por una parte compost bioestabilizado y por la otra combustible sólido recuperado (CSR).
La empresa estatal solicitó el pasado 10 de noviembre a la Consejería de Infraestructuras, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente del Gobierno del Principado una autorización para realizar pruebas de valoración energética de residuos no peligrosos en la térmica mierense. Permiso que la administración autonómica concedía a través de una resolución el día 7 de diciembre. En ese escrito, además, se califica de no sustancial la modificación comunicada de la Autorización Ambiental Integrada vigente.
Las pruebas realizadas hasta la fecha se llevaron a cabo el 23 y 24 de enero de este mismo año, y se circunscribieron a los composts fuera de especificación, quedando aún pendientes los ensayos con los combustibles sólidos recuperados.
En la memoria técnica del estudio, a la que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, se especifica que las pruebas consistieron en la introducción de 200 toneladas de los composts dentro de la mezcla habitual de La Pereda. La caracterización del residuo fue realizada por Instituto Tecnológico de Materiales de Asturias (ITMA). En el informe se indica que las emisiones reflejadas en el sistema SAGDA y remitidas en tiempo real al Órgano de Control Ambiental del Gobierno del Principado Asturias son absolutamente normales, dentro del rango de variabilidad de la Central Térmica de La Pereda. Además, también apunta a que paralelamente, se realizaron medidas de emisión de diversos contaminantes atmosféricos por parte de un Organismo de Control Autorizado, en este caso Eurocontrol, que también arrojaron valores normales.
Las cenizas producidas durante las pruebas se recogieron selectivamente y se procedió a su análisis por parte del ITMA, institución que determinó que dichas cenizas "cumplen con los valores de referencia establecidos en la orden AAA/661/2013, de 18 de abril, en cuanto a los Valores Límite para los residuos admisibles en vertederos para Residuos No Peligrosos".
La memoria de las pruebas con compost fuera de especificación presenta varias conclusiones. Por una parte, el informe indica que el residuo presenta unas características -humedad 51,4 %, escaso poder calorífico- poco válidas para sustituir a cualquiera de los combustibles habituales de La Pereda. Su adición no supone una reducción significativa de la aportación de combustible habitual, dado, además, la heterogeneidad de la mezcla utilizada en La Pereda.
En cuanto a las emisiones medidas durante la prueba, el informe indica que tampoco presentan diferencias con las medidas habitualmente obtenidas en La Pereda, tanto en las realizadas en continuo como en las mediciones puntuales para PRTR, es decir, que están dentro de los límites y no se ven afectadas por los ensayos. Sobre las cenizas obtenidas, estas fueron calificadas como "no peligrosas". Mientras, el Ayuntamiento de Mieres exigió ayer a la empresa pública "más explicaciones y garantías oportunas sobre la contaminación que se puede generar". "La Pereda no será la incineradora de Asturias", zanjaron desde el gobierno local.
