El Ayuntamiento de Mieres fijó ayer una posición inflexible sobre la quema de residuos en la central térmica de La Pereda. En síntesis, el gobierno local (IU), con el apoyo de Somos, estableció sin ambages un frontal rechazo a que en las instalaciones de Hunosa se queme cualquier cosa que no sea carbón o sus derivados. Además de plantear un rechazo a la incineración de residuos, el Pleno acordó solicitar al Gobierno del Principado que "paren las pruebas experimentales de quema de residuos que se están llevando a cabo".

La postura de IU y Somos encontró el rechazó de PSOE y PP. El razonamiento de estas dos fuerzas giró en torno a un concepto clave, el de residuo. Tanto José Manuel Rodríguez (PP) como Gloria Muñoz (PSOE) intentaron hacer entender al gobierno local que la térmica de La Pereda debe quemar residuos necesariamente. De hecho, Muñoz llegó a plantear a IU con introduciendo en la moción un simple adjetivo los socialistas se sumaría a la iniciativa: "No se puede impedir a una térmica concebida para quemar residuos que queme residuos, otra cosa es que hablemos de residuos peligrosos". En este sentido, hay que remarcar que técnicamente PSOE y PP tienen razón, ya que la autorización con la que trabaja la térmica la habilita para quemar tres tipos de residuos, los procedentes del carbón, de neumáticos y de biomasa. De esta forma, PP y PSOE acusaron a IU y Somos de ser demasiados generalistas con el término. Sobre la paralización de las pruebas experimentales que está realizando Hunosa, José Manuel Rodríguez subrayó que "impedir buscar un combustible viable y económico que permita subsistir a la central a partir de 2021, cuando en principio se deje de quemar carbón, pone en peligro el futuro de la instalación".

La concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, Delia Campomanes, remarcó que lo que quiere el gobierno local es que "no se queme basura", critican la falta de transparencia de Hunosa y el Principado. "Queremos conocer la composición y características de los materiales con los que se está experimentando", señaló la edil de IU. El problema, según remarcaron PP y PSOE, es que lo aprobado ayer en Pleno, en realidad, va mucho más lejos, al plantear sin más concreción que no se quemen residuos ni se hagan más pruebas experimentales.

"Entendemos que las políticas de gestión de residuos para nada deben mezclarse con políticas de industria, ni con políticas de empleo y que deben de solucionarse con prioridad e independencia. Vemos constatado un alto descontrol y una fuerte improvisación en todo lo que acontece, así como poca claridad e información con lo referido a la gestión de residuos por parte de la Consejería de Medio Ambiente y Cogersa. El Principado crea incertidumbre y este tema es demasiado serio", señaló el vicealcalde Manuel Ángel Álvarez. "Desde el Ayuntamiento de Mieres entendemos que toda esa improvisación y descontrol, es fruto de una falta de hoja de ruta, una falta de línea de trabajo y por lo tanto una falta de seguridad, tanto técnica como ambiental que este Ayuntamiento ni puede, ni quiere aceptar", añadió Patricia García, de Somos.