Detrás del mostrador de la tienda-carnicería El Casín, María Jesús García hace cuentas: "El viajante que nos surte de algunos productos no pudo venir hoy. Dice que la carretera de Infiesto está muy mal, que no sabe si el camión pasará", afirma la comerciante. Lleva al frente del negocio, junto a su marido, más de veinte años. Nunca se habían visto en un aprieto parecido.

Tienen productos, pero en una semana podrían empezar los problemas. "No nos vamos a quedar sin productos, eso está claro. Pero si algún viajante no viene, tendremos que ir nosotros a los almacenes", afirma María Jesús. Tiene el gesto afable, aunque acaba de enterarse de que no hay fecha para la reapertura de la carretera.

-Yo en la vida vi cosa igual, ¿quién nos lo iba a decir?

Una clienta entra en la tienda y sentencia. Aún sin contexto, todos los presentes saben de qué habla. Se lleva un rollo de mantequilla y unos filetes. La carne es casera, explica María Jesús, pero el cierre del acceso también afecta a su producto "estrella": "El matadero está en Riaño". A una hora y cuarenta y cinco minutos, como poco, mientras el corredor del Nalón permanezca cerrado. Su marido se empezó a curar ayer en salud y viajó a Oviedo, vía Infiesto, para hablar con el proveedor de otros víveres: "Queremos saber qué tienen previsto hacer ahora".

El mismo camino siguió Víctor Luis González, el farmacéutico de Campo de Caso: "Ayer (por el jueves) tuve que ir yo mismo a Cofas a informarles de la situación. Espero que los camiones puedan pasar por la carretera de Infiesto". Salió conforme porque le dijeron que sí, aunque el trayecto será difícil.

Ya es muy complicado circular cuando se encuentran dos coches. No hay problemas de abastecimiento en los medicamentos comunes, pero son las medicinas "que se necesitan ante una urgencia" las que preocupan a González. Es el caso de los anticoagulantes, como heparinas, que se recetan tras una fractura: "Son productos muy caros y su venta no es previsible, por lo que no suelen estar en la farmacia". El jueves aprovechó el viaje para comprar pellets para su estufa.

El combustible. Otro tema que trae de cabeza a más de uno en Caso. Y es que las gasolineras más cercanas están ahora en Infiesto: "No lo habíamos pensado, pero tendremos que andar al loro para no quedarnos tirados", dice José Manuel Álvarez, que vigila como juegan unos niños en los pórticos del Ayuntamiento.

Los pequeños están ajenos al ajetreo, casi tanto como José Posada: apoyado en el bastón, encara la cuesta que lleva a su casa: "Tanta preocupación, tanta preocupación? con ochenta años que tengo, sé yo bien que todo se arregla". Paso lento, pero firme.