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Urgencias de calidad en Mieres

El servicio del Hospital Álvarez-Buylla, dirigido por el doctor Ramón Rodríguez, logra una acreditación nacional por su modelo de atención

El doctor Ramón Rodríguez, en el box de reanimación del Hospital Álvarez-Buylla de Mieres. FERNANDO GEIJO

"Nuestra meta final es que el paciente reciba la mejor atención posible, y para ello ponemos todo de nuestra parte". Así de tajante se muestra el jefe de la unidad de gestión clínica de Urgencias del Hospital Álvarez-Buylla de Mieres, Ramón Rodríguez. El departamento que dirige acaba de recibir un distintivo en calidad a cargo de la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC), que supone entre otras cosas, un gran espaldarazo al trabajo de los 80 profesionales que trabajan en el área de Urgencias y que, en palabras del responsable del servicio, "cada día intentan aprender y ser mejores profesionales siempre pensando en el paciente".

Pero, ¿a qué se debe esta acreditación en calidad? "Hablar de calidad es intentar hacer las cosas de la mejor forma que puedas, y en nuestro caso, en Urgencias, lo que buscamos es un sistema eficaz que todo el mundo conozca y lo haga de la misma forma", indica Ramón Rodríguez. Cada médico, enfermera, auxiliar o celador sabe perfectamente cual es la labor que debe realizar, que viene especificada en una guía preparada por el propio servicio de Urgencias. "De esta forma, con todo definido, optimizamos los recursos, y es una forma de que independientemente de cuantas personas o quienes estén trabajando en Urgencias, todos hagamos lo mismo y la atención sea la mejor en cualquier turno, en cualquier horario, y los 365 días del año", indica el doctor Rodríguez.

El jefe de Urgencias pone un ejemplo gráfico. "Si mañana entra un médico nuevo a trabajar con nosotros, lo primero es que va a tener una reunión conmigo, se le va a entregar un documento con todo el papeleo que tiene que realizar, se le va a enseñar todo el servicio y explicar las peculiaridades y además, se le va a remitir a una web interna en la que se especifican protocolos de actuación", explicó Rodríguez. Tan definida está la metodología de trabajo que incluso se incluyen supuestos de como actuar en casos como "que venga un detenido con la Guardia Civil a realizarse un tratamiento", o como se actúa "ante una persona acompañada por familiares cuando es menor". "Eso se llama una acogida, y es uno de los puntos importantes para lograr una atención de calidad en el hospital", añade el doctor, que confiesa que todos estos pasos antes se daban de una forma más informal, como de andar por casa.

Cada año pasan por el servicio de Urgencias del Álvarez-Buylla más de 30.000 personas. Y este año, algunos de ellos fueron inspectores de la ENAC, algo así como la guía Michelín de la Sanidad, que comprobaron en primera persona como los tiempos, las actuaciones y los tratamientos que se dispensan en el área de Urgencias del hospital mierense responden a unos parámetros de calidad suficientes como para recibir la acreditación. Y de hecho, salieron muy satisfechos. Tanto que el de Mieres es el primer servicio de Urgencias de Asturias en tener este distintivo de buena praxis. Miden parámetros cuantitativos -un mínimo de atenciones-, parámetros cualitativos -del proceder con el paciente y el protocolo-, y económicos -cumplir el presupuesto-. Y en todos el Álvarez-Buylla cumplió con nota.

Eso sí, Ramón Rodríguez hace especial hincapié en los criterios económicos. "No se trata de ahorrar dinero, sino en emplearlo en lo que necesitamos", apunta. Y procede a ejemplificarlo para el común de los mortales. "Si fuésemos un hospital de Albacete, seguramente no necesitaríamos ciertos aparatos con los que se tratan enfermedades respiratorias, pero en las Cuencas mineras, son dispositivos muy útiles que si se necesitan por la tipología del paciente", indica Rodríguez, que añade que "nosotros gastaremos el dinero en esas máquinas, mientras que el hospital de Albacete lo gastará en lo que necesite su tipo de pacientes".

Todo tiene su importancia en la calidad del servicio. Incluso los tiempos. En Mieres, la espera media en Urgencias, desde que el paciente entra por la puerta hasta que sale del servicio -bien de alta o bien hacia un ingreso-, es de menos de tres horas. Y en esos tiempos se cuentan, por ejemplo, las personas que están en observación incluso hasta 24 horas. "El objetivo es que el paciente no pase ni un minuto más de lo que necesite en el servicio", indicó Ramón Rodríguez.

Pero para que todo el engranaje funcione, fundamental es el triaje. "Se usa el sistema 'Manchester', que prioriza el orden de atención según la necesidad del paciente en base a varios criterios, lo que permite que cada persona reciba la atención en el momento que la necesita", apunta Rodríguez, que indica que "en un servicio de Urgencias no se puede atender por orden de llegada". Y otro ejemplo. Hay ocasiones que un paciente con una fractura de hueso o un cólico de riñón necesita un tratamiento más inmediato para aliviar ese dolor que una persona que haya entrado con una patología más grave pero que no requiere de esa inmediatez en el tratamiento.

Todos los ingredientes, además del énfasis que los profesionales del área de Urgencias están poniendo, ha permitido lograr la acreditación en calidad. "Todos tenemos días mejores y peores, pero lo que realmente nos mueve en Mieres es mejorar día a día y que los pacientes reciban el mejor servicio posible", señala Ramón Rodríguez.

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