Caso recuperó ayer uno de sus accesos, el que comunica al concejo con la vecina provincia de León, tras más de tres días cerrado por la nieve. El municipio casín, que quedó prácticamente aislado tras el argayo que cortó el Corredor del Nalón en Anzó (Sobrescobio) el pasado jueves, sólo dispuso en estos últimos días de una conexión, la de la Collá d´Arniciu, que conecta con Infiesto. Ayer quedó abierto el puerto de Tarna con una calzada habilitada y se empezó a trabajar para despejar la otra.

Mientras continúan los trabajos de saneamiento del talud en el que se produjo el desprendimiento de Anzó (Sobrescobio), que no tienen, por el momento un plazo para su conclusión. Seis días después los operarios continúan retirando las rocas que corren el riesgo de desprenderse. El consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, aseguró ayer en Mieres que "es pronto para dar una fecha concreta" para la apertura de la carretera "porque es una intervención complicada".

Geólogos de la Universidad de Oviedo se desplazaron ayer a Anzó para analizar el estado del talud, que "tiene 50 metros de altura". "Es muy alto y no conviene apurarse. Hay que limpiar cuidadosamente como se está haciendo ahora, porque es peligroso", aseguró Carlos López Fernández, que junto a María José Domínguez, examinaron la ladera. "Se tiene que sanear desde la zona alta, donde hay más fracturas, hacia abajo", indicó López.

El argayo, añadió, "tiene unas dimensiones importantes" y es similar a uno ocurrido en la carretera AS-29 que comunica Cangas del Narcea con Ibias a través del Pozo de las Mujeres Muertas. Aunque el geólogo destacó las proporciones de las rocas que se desprendieron en Anzó. La zona más inestable del talud es la más próxima a Caso, aseveró Carlos López, experto en geología aplicada a las obras, que afirma que no se puede saber el tiempo que se tendrá que emplear en estabilizar el talud y retirar las rocas.

Para llegar a la zona más alta de la ladera, la empresa encargada de los trabajos ha trasladado la máquina de mayores dimensiones. Sin embargo, no ha sido suficiente y se ha tenido que situar sobre las rocas desprendidas para poder llegar arriba y sanear esa zona. El alcalde de Caso, Miguel Fernández, aseguró que "en la zona alta está agrietada y se está saneando muy despacio". En el cauce del río Nalón se está habilitando un acceso para sacar el material desprendido.

El consejero de Presidencia señaló en Mieres que los trabajos "se están desarrollando de forma intensa" y confirmó que "estamos explotando todas las necesidades". Eso sí, destacó que la situación "ha sido muy complicada, sobre todo por la nieve que ha caído durante estos días". Asimismo, confirmó que hay una "presencia permanente" de los Bomberos en Caso y de una ambulancia 4x4 "que están pendientes para cualquier situación en la que se hagan necesarios los servicios de emergencia para los vecinos, estando en iguales condiciones que el resto de la región".

También aseguró que el Gobierno regional "está en contacto permanente con el alcalde de Caso y la Corporación municipal, que están transmitiendo fielmente a los vecinos cuál es la disposición de medios del Principado", descartando de momento, una visita oficial a la zona.