Los trabajos continuaron ayer en la zona donde se produjo el argayo, en Anzó, con la construcción de una base sobre la carretera para que las máquinas que sanean el talud lleguen a la zona más alta. "Diecisiete camiones trasladaron material de la zona de la antigua mina de La Matona, en Langreo, para habilitar la base sobre la que trabajará la pala", aseguró el alcalde de Caso, Miguel Fernández, que siguió la evolución de los trabajos.

El talud en el que se tienen que desarrollar labores de saneamiento, dado que existen rocas que corren el peligro de desprenderse, tiene 48 metros de altura pero la máquina llega sólo a los 30 metros. En los últimos días se hizo acopio de material con las rocas caídas en la carretera para poder llegar más arriba pero finalmente se optó por recurrir al traslado de rocas y tierra.

Los trabajos no tienen un plazo de ejecución fijado. El Alcalde expresó su temor a que vuelva a nevar y que esto complique los accesos a Caso. Técnicos de la Unidad Militar de Emergencias se desplazaron a la zona días atrás pero descartaron que fuese viable construir un paso alternativo para el tráfico en la zona donde se produjo el argayo. Geólogos de la Universidad señalaron que "hay que limpiar cuidadosamente" y que "no conviene a apurarse".