El argayo de Anzó (Sobrescobio) que mantiene cortado desde hace diez días el Corredor del Nalón y ha dejado prácticamente aislado a Caso obliga a los vecinos y a trabajadores que tienen que acceder o salir del concejo a dar rodeos todos los días. Recorrer en coche una carretera deteriorada, en la que se tarda una hora en cubrir los 33 kilómetros que separan Infiesto de Campo de Caso, o caminar alrededor de 20 minutos por un camino que permite rodear el argayo de Anzó (Sobrescobio) son las dos alternativas que tienen los usuarios de la vía AS-117 para desplazarse. Unas opciones que causan trastornos, una mayor inversión de tiempo para llegar al destino y otros inconvenientes a los afectados por el corte del Corredor del Nalón, que no tiene fecha para volver a abrir. "Estamos hartos y no sabemos cuando va a terminar. Queremos una solución", señalan los vecinos que están organizando una manifestación.
Jaime Pérez Gutiérrez se ha visto obligado a utilizar la vía de la Collá d´Arniciu, que conecta Infiesto con Caso, para llegar a su trabajo en la capital casina desde Gijón. "No es una carretera, es una caleya en la que tardas una hora en los 33 kilómetros que tiene", aseguró. Una alternativa a la que recurrieron Pedro Barón y su esposa Aroa aunque en los últimos días ha utilizado el camino del monte que bordea el argayo para seguir su camino diario de El Entrego a Caleao. Esta última opción hace que sea necesario disponer de un coche a cada lado del argayo, medida por la que se han decantado muchos vecinos, o bien que alguien acuda a buscar a quienes se internen por la senda al otro lado con un vehículo. "Salimos de trabajar tarde y pensar en meternos en la carretera de Arniciu... pero el viernes pasadas las doce de la noche llegamos al camino en Anzó y lo recorrimos con linternas. Llovía y llegamos a casa empapados", señaló Barón, que trabaja en un hotel.
"Es una odisea todos los días", añadió. Algunos de sus compañeros se han quedado estos días en Caleao en el propio establecimiento. Por la carretera de la Collá d'Arniciu (AS-254), tarda desde El Entrego una hora y tres cuartos de hora mientras que hasta la pasada semana, por el Corredor del Nalón, llegaba en 35 minutos a su puesto de trabajo. Apenas 35 kilómetros separan El Entrego de Caleao por el Corredor. El camino se cubre "con más ganas por la mañana que al volver de trabajar, con esa oscuridad", indicó.
Jaime Pérez entra a trabajar a las ocho de la mañana en Campo de Caso. Una hora y cuarenta minutos tarda en llegar desde Gijón por la carretera de la Collá d'Arniciu, aproximadamente cuarenta minutos más que en su recorrido habitual en los últimos ocho años, por la AS-117. Esa vía "tiene baches enormes, sin arcenes, con agua por la calzada sin quitamiedos en ciertos tramos y con nieve en algunos de los últimos días", dijo. Además, se ha incrementado el tráfico ya que "es la alternativa que hay" y "si te encuentras con un camión o una furgoneta, como es muy estrecha, cuesta cruzarse", añadió Pérez, que se pregunta si no es posible habilitar un paso peatonal sobre el río y "que la administración facilite unas lanzaderas de buses o taxis gratuitamente para no tener que utilizar la caleya AS-254".
"Perjuicios"
Daniel Peón, que se traslada de Campo de Caso, donde vive, a Pola de Laviana a trabajar, tiene estos días un coche a cada lado del argayo. Deja uno, camina 20 minutos para bordear el argayo y llega al otro lado del Corredor, donde coge el otro vehículo. Ayer, cuando lo recorrió por la mañana, a las siete, "caía aguanieve". Vuelve sobre las ocho y media de la tarde.
"No es un camino apto para todos", comentó. Peón señaló que el argayo "está causando un perjuicio considerable a muchas personas y a negocios". Por eso, pide que "se intente agilizar todo lo posible".
También Alberto Alonso, de Campiellos, utiliza ese camino que ayer estaba "embarrado" después de la nieve y la lluvia de las horas previas. La senda "está para los jóvenes", subrayó este vecino coyán que se traslada todos los días a Tanes. Deja su coche junto al argayo, en la zona coyana, y recorre el camino hacia Caso. Cuando llega a la carretera busca a alguien que lo pueda acercar, manifestó antes de trasladar su temor a que "tarde en abrirse al tráfico".
Alonso destacó que la carretera de Arniciu "está muy mal y además el argayo se produjo en mala época, con nieve" y considera que "podrían habilitar un acceso peatonal mejor" para salvar el desprendimiento en el Corredor.
Los trastornos que sufren los vecinos desde hace diez días debido al argayo que corta la circulación en el Corredor del Nalón han hecho que se haya empezado a organizar una manifestación. La concentración se realizaría a ambos lados del argayo y la idea inicial es celebrarla el próximo martes. Sin embargo, los organizadores no saben si podrán convocarla para ese día dado que tienen que pedir todavía autorización para que se celebre. "Queremos que nos expliquen qué es lo que se está haciendo y cuáles son las previsiones. No sabemos ni de forma aproximada cuanto tiempo estaremos en esta situación y los vecinos estamos indignados", señalaron los impulsores de la iniciativa. "Queremos una solución", añadieron.
La manifestación se desarrollaría a ambos lados del desprendimiento, donde trabaja una empresa para sanear el talud. Además, en la plataforma de internet Change.org se ha registrado una petición dirigida al Gobierno regional y al Estado para que se actué ante los "graves problemas de comunicación" en el concejo de Caso. A los efectos del argayo de Anzó se unen los problemas en la cobertura telefónica y en la señal de televisión. Recuerda que recientemente se tuvieron que utilizar generadores para disponer de electricidad al desplomarse cuatro torres de alta tensión debido al temporal. La petición sumó en diez horas más de 280 firmas.
