Luis Vigil acaba de asumir la presidencia de Fenitel Asturias (Asociación de Instaladores de Telecomunicaciones), organización patronal que acaba de cumplir 40 años de existencia en el Principado. De hecho, fue una de las primeras constituidas en el seno de la Federación Asturiana de Empresarios. Este empresario mierense está al frente de una de las firmas más longevas del tejido industrial de la comarca. Instalaciones Eléctricas Vigil fue fundada en 1960 y actual tiene su sede en el polígono de Gonzalín.

Fenitel cuenta en Asturias en estos momentos con medio centenar de asociados: "La crisis ha empujado al cierre a muchas compañías del sector. En el caso de Asturias somos pequeñas empresas que tenemos que asumir una gran especialización para poder adaptarnos a un mercado que cambia a una velocidad de vértigo", destaca Luis Vigil. Esta asociación engloba a los instaladores últimos dentro de la cadena de suministro de telecomunicaciones. Son los técnicos que acuden a los hogares para instalar un wifi, una conexión o el último sistema de domótica. Un trabajo que permite cotejar como ensamblan las nuevas propuestas tecnológicas en el mercado. "La tecnología se mueve muy rápido, tal vez demasiado. El avance ya no es lineal y los productos se quedan obsoletos casi en el mismo instante en el que salen a la venta", destaca el nuevo presidente de Fenitel: "Somos una asociación pequeña que no tiene la misma visibilidad que las grandes plataformas que representan a las empresas suministradoras eléctricas, pero nuestro objetivo es poder, poco a poco, ser un interlocutor a tener en cuenta".

Los últimos años han sido una constante carrera hacia el futuro para los instaladores del sector de las telecomunicaciones. Los profesionales son los primeros que perciben que la velocidad a la que están evolucionando los productos es difícil de asimilar por las generaciones que nacieron en la era analógica: "Hace cuarenta años instalábamos una lavadora y venía con un manual del tamaño de un libro. La gente no quería saber nada que no fuera el programa que usaba normalmente. Ahora nos ponen en la mano un móvil de última generación y tenemos que arreglarnos. Pero al final el resultado casi siempre es el mismo. La mayoría nos limitamos a utilizar únicamente una parte del potencial del artefacto que manejamos. Antes era la vieja lavadora y ahora un teléfono móvil".

Luis Vigil tiene claro que de nada sirve ofrecer tecnología avanzada si el receptor no está en disposición de sacarle rendimiento. En la última década, la sociedad española ha vivido importantes transformaciones socioeconómicas que también han tenido su reflejo en el mundo del consumo: "Uno de los problemas que se detectan es que la tecnología crece a un ritmo muy rápido, pero la mayoría de los usuarios lo hacemos más lentamente", apunta Luis Vigil.

Adquirir equipos que no somos del todo capaces a rentabilizar no es del todo algo malo. "Los fabricantes están empujando constantemente, pero también es cierto que cuanto más usamos las tecnologías más la abaratamos". Las empresas instaladoras perciben que los precios, por ejemplo, de los modernos sistemas de domótica para el hogar no son un problema a la hora de comercializar el producto: "La gente normalmente se sorprende al comprobar que los productos, por lo general, son bastante baratos. El problema es luego el gasto que genera el uso". Vigil ha visto de todo: "Hay personas mayores, por ejemplo, que instalan un sistema que avisa de fugas de gas o de agua. Les explicas como funciona, pero meses después tiene una pequeña fuga de agua y no recuerdan como se desconecta la alarma. Te llaman y tienes que movilizar un técnico, cobrando tal vez 25 euros por ello. Al final les recomiendas que la desconecten".

Luis Vigil tiene 59 años y es ingeniero técnico de minas por la Universidad de Oviedo y lleva al frente de la empresa familiar Instalaciones Eléctricas Vigil, junto a sus hermanos, desde 1982. Tendrá como vicepresidente en Fenitel a Luis del Valle, de VGTEL. El secretario es Esteban Piñera, de Ercoa.