Inesperado hallazgo en Ujo (Mieres). Una obra ha dejado al descubierto la pared de una vivienda de El Lugarín en el que están pintados varios murales. Está claro que se trata de una escena religiosa, concretamente un vía crucis, pero aún no se han datado con exactitud, si bien podrían ser del siglo XVIII. El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Mieres, Juan Ponte (IU), está encargándose de las gestiones para su investigación y posterior conservación. Ha puesto ya los hechos en conocimiento de la dirección general de Patrimonio del Principado de Asturias.

Los murales de El Lugarín salieron a la luz con el derribo de una vivienda, al aparecer en un muro de la casa que quedó en pie. Hasta el momento, y hasta donde recuerdan los vecinos, siempre habían estado tapados. Fueron los propios habitantes del barrio los que pusieron el hallazgo en conocimiento del Ayuntamiento. "Recibimos la llamada hace unos días y nos pusimos a trabajar de inmediato", afirmó el edil de Cultura.

Manos a la obra. El responsable municipal acudió a Ujo, junto a los técnicos, y tomó las primeras fotos. "Pudimos ver ya con total claridad que el fresco contenía una escena religiosa. Sin ninguna duda, un vía crucis", confirmó Ponte. El siguiente paso fue avisar a la dirección general de Patrimonio del Principado.

Varios técnicos del Ayuntamiento profundizan en la investigación de estos frescos. Una de ellos es la historiadora en prácticas, recién incorporada al Consistorio, que está trabajando ya en la redacción de un informe para la Consejería de Cultura. "Nuestro objetivo es datarlos y darles un contexto. También, por supuesto, cuidarlos y protegerlos dentro de nuestras competencias", señaló Ponte.

Conservación

Y es que el hallazgo es problemático. Está en una vivienda privada, por lo que ni Ayuntamiento ni Principado podrían intervenir. En un principio, salvo casos muy particulares, tendría que ser el propietario del inmueble el encargado de asegurar el correcto mantenimiento y conservación de estas pinturas. Los vecinos de la zona aseguraron que tendrán que taparse "con la mayor brevedad posible" porque, sólo con la lluvia de los últimos dos días, "ya están más deslucidas que el primer día".

El otro objetivo de las administraciones es datar estos murales con exactitud. Las primeras hipótesis de historiadores, como Ernesto Burgos -colaborador de LA NUEVA ESPAÑA- es que estos frescos pudieron pintarse en el siglo XVIII. Por el momento, no hay datos que los relacionen con el Camino del Salvador.