Esta es la historia de un hombre entusiasmado con la historia de su pueblo, Ujo (Mieres). Y de cómo hizo un hallazgo inesperado: en una casa que siempre le había llamado la atención, por su construcción tradicional, avistó unos frescos que dejaron al aire unas obras de demolición. Se llama Eusebio García Ríos y fue el primer vecino que vio los murales religiosos que representan un Via Crucis, hasta ahora sin documentar, probablemente datados en el siglo XVIII. Ninguna historia está completa sin un escudero, en este caso Fito Fernández. Él ayudó a García a sacar las primeras fotos y a poner el hallazgo en conocimiento del Ayuntamiento. Están entusiasmados con su descubrimiento, aunque un poco preocupados por la expectación que ha generado.
Durante el día de ayer, después de que LA NUEVA ESPAÑA hiciera público el hallazgo, pasaron decenas de personas por el lugar: "Tenemos que protegerlos, porque esto es un bien de todos", señalaron. El Ayuntamiento está redactando ya un informe para presentarlo ante la Consejería de Cultura.
Eusebio García vive en la Caleya de El Lugarín, justo frente a la casa en la que han aparecido los frescos. "Ujo fue un lugar importante para el peregrinaje. Aquí hubo un albergue y un hospital", explica García, en el entorno de la vivienda donde se ha producido el hallazgo. "La casa llevaba casi cuarenta años deshabitada, pero a mí me llamaba mucho la atención". Cuando empezaron las obras, Eusebio las siguió de cerca.
"Todos los días me asomaba a la ventana para ver las obras". Hasta que, una tarde, en la parte alta de una pared que había quedado al aire tras una pérdida de carga, lo vio con claridad: "Había varias figuras dibujadas, estaba claro que representaba una escena religiosa", señala el ustiano, que deja claro que no es un experto sino "un aficionado amante de la historia". Enseguida fue a llamar a Fito Fernández, "porque tiene una cámara buena", para que fuera a sacar las primeras fotos. Las imágenes pusieron en jaque al gobierno local. Unos días después de Semana Santa, el concejal de Cultura, Juan Ponte, inició los trámites para abordar una investigación y poner en valor los frescos.
Hay varias teorías sobre el origen de las pinturas, que se tendrán que confirmar o desechar en una investigación posterior. Eusebio García y Fito Fernández presenciaron ayer con orgullo, pero no sin cierta inquietud, el paso de curiosos por El Lugarín. "Está bien que la gente se interese por el patrimonio, pero tenemos que ser cautos y cuidadosos para que no se pierda", señalaron. También hacen las veces de "guardias de seguridad", preocupados por los más curiosos: "Hay quien se sube al muro para verlos mejor, eso puede ser un peligro y no queremos que pase nada malo", señalaron. Volvieron a casa a la hora de comer, y aún había vecinos admirando los murales: "Desde luego, esto parece una romería".
