Con las estaciones de esquí del Principado cerradas desde el 8 de abril, la temporada de esquí en la Cordillera Cantábrica llega este fin de semana a su final. Y es que los complejos leoneses de San Isidro y Leitariegos pondrán el broche de oro a su temporada con la puesta en funcionamiento de sus estaciones hasta el lunes, fiesta en Castilla y León por ser el día de la Comunidad Autónoma. Así las cosas, tres días de nieve por delante en los que los aficionados podrán disfrutar de más de 30 kilómetros de nieve.

En el caso de San Isidro, una estación que cada año congrega a miles de asturianos en sus pistas, se abrirán los sectores de Cebolledo, Requejines y Riopinos. La Diputación informa de que estarán disponibles 24 kilómetros de pistas. Mientras, en el valle de Laciana, la estación de Leitariegos también estará operativa. En total, 7,2 kilómetros divididos en once pistas, con espesores de nieve que llegarán hasta los 2 metros, y de calidad primavera.

El lunes se cerrará en León una temporada que ha venido marcada por la gran cantidad de nieve acumulada en pistas y por los temporales que durante el invierno han venido azontando toda la Cordillera. En el caso de las asturianas Valgrande-Pajares y Fuentes de Invierno, en muchas ocasiones de la campaña invernal fueron las estaciones con mayores espesores de nieve del país. Gracias a ello, la temporada 2017-2018 se convirtió en una de las mejores del último lustro, reuniendo en las pistas asturianas a más de 128.804 usuarios y logrando una recaudación de más de 1,8 millones de euros por la venta de forfaits. La postemporada traerá consigo además la negociación entre Asturias y León para la unión de sus estaciones.