Los premios que desde hace once años concede la Sociedad Humanitarios de San Martín de Moreda ya tienen ganadores. Después de más de tres horas de deliberaciones, el jurado acordó otorgar el premio a la Solidaridad a la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (Apramp), mientras que el de la Tradición fue para la quesera artesana Marigel Álvarez, recuperadora del queso Casín. El jurado también decidió la Medalla de Honor de la Sociedad, que este año se entregará al Colegio Público de Cabañaquinta, por el trabajo realizado durante todo el curso.

Rocío Nieto, presidenta nacional de la asociación Apramp (Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida), se mostraba ayer exultante tras recibir el galardón "Colmena de Oro" a la Solidariadad. "Es una gran noticia, sobre todo porque podemos dar visibilidad a un problema, el de la trata, que generalmente no tiene la repercusión que debería de tener", señalaba la responsable del colectivo, que fundó hace 35 años en Madrid y que cuenta con otras seis sedes, entre ellas en Avilés.

Nieto explicó que es muy complicado para la asociación "afrontar un problema como el de la explotación sexual, ya que es un mundo en el que es muy fácil entrar y muy difícil salir". "Las tienen totalmente engañadas, desde sus familias a sus novios", señala Rocío Nieto, que explica que la evolución del perfil de la mujer víctima de trata ha cambiado en los últimos años: "antes llegaban mujeres de en torno a 25 años, ahora son menores, y hay que hacer una atención especial e individualizada". Apramp mantiene una intensa colaboración con las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, así como también con Fiscalía y con los departamentos del menor de las autonomías.

El centro de Avilés fue el segundo en abrir tras el de Madrid por la asociación. "Siempre se ha trabajado muy bien en ese centro y es una gran noticia haber recibido este premio porque para nosotros es muy importante que se pueda visibilizar la asociación y el trabajo que hacemos, en este caso en Asturias, pero a nivel general en España", manifestó la recientemente galardonada.

El premio "Espiga de Escanda de Oro" a la tradición ha viajado a la comarca del Nalón y concretamente a Marigel Álvarez, que lleva tres décadas produciendo queso casín, recuperando esta variedad del olvido en el que se encontraba entonces, hasta lograr que fuera Denominación de Origen Protegida. "Estoy muy contenta y muy feliz, no esperaba para nada recibir un premio así, y menos de una Sociedad como la de los Humanitarios a la que yo siempre he admirado", señalaba.

Hace casi 30 años, cuenta Marigel Álvarez, en la búsqueda del autoempleo le surgió la opción de recuperar el queso casín. "No había entonces una quesería, y decidí abrir la mía propia", rememora. El próximo año, 2019, se cumplirán tres décadas desde que Marigel Álvarez produjera la primera pieza. "Hoy en día ya tiene denominación de origen, hay cuatro queserías trabajando esta variedad, y además estoy más orgullosa porque la nuestra ya la lleva mi hija, prologando mi trabajo y pudiendo además vivir de ello", relata Marigel Álvarez.

Orgullo

Emocionada, espera con ganas la fecha en la que acuda a Moreda a recibir el galardón de manos de la presidenta de los Humanitarios, Esperanza del Fueyo. Una presidenta que también ayer estaba muy satisfecha. "Lo que más me ha emocionado es que todos los jurados han destacado la gran calidad de las candidaturas que llegaron, y prueba de ello es que fueron debatidas durante horas para decidir por cual decantarse", indicó Esperanza del Fueyo. A su juicio, "este nivel de candidaturas da a la Sociedad de los Humanitarios un gran prestigio, pero sobretodo también por la seriedad con la que se toman, y el rigor con el que se eligen los premiados, lo que nos está valiendo ganar un cierto peso dentro de la sociedad asturiana".