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La polémica por los nuevos grados de la Universidad

Un conflicto de alta graduación

Mieres suma apoyos desde todas las fuerzas políticas para la llegada de Deporte ante la pujanza de Gijón y la indefinición del Rector

Las instalaciones deportivas del campus de Mieres. WWW.MAXFERA...REA.COM

El alcalde de Langreo, Jesús Sánchez (IU), encabezó hace apenas unos días un encierro de cuarenta y ocho horas en el Ayuntamiento con el objetivo de desbloquear la apertura del centro de discapacitados "Stephen Hawking" de Barros. Es muy probable que su homónimo mierense y compañero de partido, Aníbal Vázquez, acaudille también en breve medidas contundentes en defensa del campus de Mieres. De momento, el pasado miércoles el regidor explosionó como nunca antes lo había hecho desde que en 2011 fuera elegido para el cargo. Lo hizo en presencia del propio rector, Santiago García Granda. Y es que Vázquez, como todo el entorno del campus de Mieres, sospecha que la presión del Ayuntamiento de Gijón y de buena parte del profesorado de la propia Universidad está provocando que la implantación del grado de en Ciencias de la Actividad Física y Deporte se esté alejando, poco a poco, de Barredo.

El regidor mierense se ha encargado de verbalizar la indignación y desazón existentes en el municipio. "Si no quieren el campus de Mieres que tengan el valor de venir y cerrarlo", llegó a espetar el Alcalde en presencia del Rector. Apuntó que desde Mieres nunca se han entrometido en la implantación de una nueva titulación en otro campus de la Universidad de Oviedo, algo que se percibe que está pasando ahora. La visión de lo que está sucediendo con el grado de Deportes que se tiene en el consistorio, y también en el propio campus local, es que intereses políticos y corporativos están arrinconando el proyecto de expansión universitaria local. Tras muchas batallas perdidas, buena parte de ellas sin llegar incluso a librarse, el Ayuntamiento de Mieres, esta vez sí, está dispuesto a entrar en contienda. "Esto no les va salir gratis y haremos lo que haga falta. La situación es insostenible y no vamos a permitir que se sigan riendo de los mierenses", apuntó Aníbal Vázquez el miércoles.

Mientras el alcalde de Mieres llama a zafarrancho, los bandos parecen bien definidos. El Ayuntamiento de Mieres podría parecer inicialmente poco ejército, pero lo cierto es que tiene aliados. Para empezar, el PP. La presidente regional de los populares, Mercedes Fernández, se ha posicionado tajantemente a favor de que el polémico grado acabe en Mieres. Lo ha hecho con claridad y sin dobles discursos. Lo ha dicho en Mieres y también en Gijón. IU, igualmente, ha hecho un posicionamiento de ámbito regional reclamando que la titulación acabe en Barredo. El alcalde de Langreo, Jesús Sánchez, también se ha puesto del lado de Mieres: "No estamos aquí para llorar, sino para pelear", sostiene el regidor. Sánchez ha hecho suya la indignación de su amigo Aníbal Vázquez. Hasta el punto que Langreo estaría dispuesto a descabalgarse en marcha del proyecto del área metropolitana si "no hay reparto territorio". En Mieres han ido un paso más lejos y el alcalde ya ha dicho que en estas circunstancia que no cuenten con el municipio.

En el bando de Mieres también está el SOMA. El sindicato minero considera "vital" para el campus la implantación del grado de Deportes. La central amenaza con movilizaciones. El frente, con el que han cerrado filas todos los grupos políticos con representación municipal, tiene lógicamente como aliada a la Escuela Politécnica de Mieres, cuya directora, Asun Cámara, está defendiendo con vehemencia la candidatura local. "El grado en Ciencias del Deporte ha sido la gota que ha colmado el vaso, la evidencia de lo que cuesta conseguir algo para este campus. No queremos más proyectos estrella, que son más bien fugaces y que sólo generan noticias negativas cuando la realidad es muy distinta. Queremos que se cuente con nosotros", apunta la responsable del centro.

Neutral

El Gobierno del Principado ha decidido asumir en esta disputa una posición equidistante, manteniendo una neutralidad muy criticada desde las Cuencas y desde las filas del PP. Javier Fernández ha dicho que la decisión debe tomarla la Universidad y se ha borrado de la cumbre a tres bandas que había planteado el Ayuntamiento de Mieres, delegando en miembros de su Ejecutivo. Aníbal Vázquez ha dicho que ni hablar. Quienes tienen costumbre y facilidad para leer entre líneas aseguran que Universidad y Principado se están mirando a los ojos sin pestañear a ver quien aguanta más. Desde ambas partes se pretende que sean el de enfrente quien dé el primer paso y salga en apoyo de Mieres. Nadie se quiere desgastar y el problema es que según pasa el tiempo más difícil resulta pronunciarse, ya que las expectativas de todos van en aumento.

Desde Mieres se tiene el convencimiento de que el Principado y la Universidad están cediendo a presiones. En el Ayuntamiento (y en buena parte también en el propio campus) se tiene la sensación de que a Mieres se le está "robando". Algún motivo para ello tienen. Y es que ya en el mes de julio el rector Santiago García Granda aseguró que el campus de Mieres sería el lugar elegido para implantar el nuevo grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (antiguo INEF). Entonces el proyecto estaba liderado por la Facultad Padre Ossó, entidad privada adscrita a la Universidad de Oviedo. La idea era desarrollar un grado especializado en deportes de invierno o biomecánica y la propuesta de Mieres como sede fue planteada por la propia Universidad, encontrando una gran acogida por parte de Padre Ossó.

Los primeros nubarrones en el horizonte aparecieron a principios de año. La Universidad de Oviedo empezó a introducir ambigüedad en su discurso. García Granda aseguró durante una visita a Mieres estar ante "un asunto complejo" y ofreció, por primera vez, datos sobre la inversión para la puesta en marcha de la titulación. En el campus de Mieres, a través de la Facultad Padre Ossó (iniciativa privada), supondría para la Universidad una inversión de un millón de euros. El otro proyecto sobre la mesa, en Oviedo a través de la Facultad de Profesorado (gestión pública), alcanzaría los siete millones. La primera opción sería, de lejos, más ventajosa económicamente. Pero el Rector fue prudente: "En Mieres no tendríamos que hacer esa inversión tan grande, pero estamos estudiando todas las opciones". El problema es que la citada Facultad de Profesorado, que nunca había mostrado interés por los nuevos estudios, se lanzó a ellos con codicia en cuento surgió el proyecto de Padre Ossó.

Pero aún quedaba por entrar en juego un nuevo actor principal. En marzo el Ayuntamiento de Gijón envió al consejero de Educación del Gobierno del Principado, el rector de la Universidad de Oviedo y el decano de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación un dossier de setenta páginas enumerando las bondades de la ciudad como sede de esa enseñanza universitaria y los compromisos económicos y de infraestructuras que está dispuesto a asumir el consistorio, para empezar, poner sobre la mesa un millón de euros.

Rectorado

El Rector no ha dejado de reconocer que las instalaciones del Barredo son las "más modernas e infrautilizadas" de la Universidad de Oviedo y que el campus local cumple con todos los requisitos para albergar el grado, pero el pasado miércoles, tras asistir en persona al desahogo del Alcalde, apuntó que "otros ayuntamientos tienen más poder y capacidad de decisión".

Ahora el rector dice que es prematuro hablar de una sede y que serán los engranajes académicos los que darán forma a los estudios. El miércoles, en Mieres, apuntó que en las próximas semanas se desarrollará el programa de estudios, que servirá de base para definir el futuro de la carrera. Apuntó que la facultad de Formación del Profesorado y Educación, que en estos momentos ha tomado ventaja ante la propuesta privada del Padre Ossó para impartir el grado, se decanta por un fórmula "mixta", es decir, por una sede compartida. Ahora bien, las filtraciones apuntan a que la memoria de verificación de la citada facultad se decanta abiertamente por dar preponderancia a Gijón y a Oviedo. Es decir, el profesorado universitario, tras apartar a Padre Ossó del proyecto, quiere dejar también a un lado a Mieres como sede. En Mieres se sabe también que Gutiérrez Granda contó con muchos apoyos en Gijón cuando aspiró al cargo.

La intención de la Universidad es tomar una decisión antes de otoño. El Ayuntamiento de Mieres intuye que está perdiendo la carrera, pero esta batalla piensa librarla. A las presiones políticas y corporativas contrapondrá la presión social. Habrá más protestas y movilizaciones. Seguro.

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