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Los vecinos de Soto de Aller denuncian el "abandono" de sus edificios históricos

Los habitantes alertan de que al mal estado de la torre de doña Urraca se suma el riesgo de derrumbe de la Casona de Xerra, del siglo XIX

Gumersindo Díaz mira la Casona de Xerra, en la localidad allerana de Soto. F. G.

Gumersindo Díaz tiene una bonita casa en la localidad allerana de Soto. Hace unos días, recibió una carta de la Consejería de Cultura en respuesta a una petición de licencia de obra para cambiar el tejado. El Principado le reclama que use las tejas antiguas en la actuación, para mantener la armonía dentro del conjunto histórico en el pueblo. Nada que objetar, afirma Díaz, si no fuera porque "el patrimonio arquitectónico del pueblo se está cayendo y la Administración hace poco por evitarlo". A la reclamación de las obras de la torre de Soto -construcción medieval que pudo ser el lugar de nacimiento de Doña Urraca, hija de Alfonso VI y Doña Gontrodo y primera Reina de Asturias-, se suma ahora una nueva preocupación de los vecinos: la antigua casa del marqués de Sarría, del siglo XIX y conocida como la Casona de Xerra, un edificio protegido que se está cayendo.

"La cubierta ya se ha venido abajo, sin que nadie haya hecho nada por evitarlo", afirma Gumersindo Díaz, paseando por el entorno de la vivienda. Fue la casa de personalidades como los padres del Cardenal y filósofo Fray Ceferino. Díaz, presidente de la asociación vecinal, mira preocupado hacia la parte alta de la casona: "Tenemos miedo de que se desprenda en cualquier momento y tengamos que lamentar una desgracia", señaló. La Casona de Xerra es de propiedad privada, pero los vecinos exigen que la Administración regional intervenga: "Nos consta que el Ayuntamiento ya solicitó a los propietarios que actuaran en 2005, pero los dueños hicieron oídos sordos", lamentó Gumersindo Díaz.

Lo mismo que ha ocurrido con la torre de Soto. A unos trescientos metros, la emblemática construcción vigila al pueblo mientras avanzan sus ruinas. Una grieta recorre de arriba a abajo la única pared que se mantiene en pie. Hace mucho que la torre no es redonda, y Gumersindo Díaz cree que está a un paso de desaparecer. Hace unas semanas, según el representante vecinal, la Consejería de Cultura instó a los propietarios a arreglar el monumento (declarado Bien de Interés Cultural) en un plazo máximo de dos meses para evitar las obras subsidiarias. El plazo está a punto de terminar, según Díaz, sin que haya ningún movimiento para frenar este "abandono": "Esperamos que la Consejería intervenga ahora, porque de lo contrario este Bien de Interés Cultural se caerá".

Intervención

La decisión del Principado sobre la intervención en la torre parece definitiva. Este monumento allerano será el primero en el que se acometan obras subsidiarias por parte de las administraciones para garantizar el mantenimiento de los bienes patrimoniales. El Ayuntamiento ha encabezado los trámites para que así sea y ya tiene una partida reservada para acometer la actuación, en caso de que sea necesario. La pelota quedará en el tejado de Cultura (si los propietarios siguen sin reaccionar) que tendrá que asumir la redacción del proyecto para la consolidación de la torre de Soto.

"Esperamos que así sea, estamos muy orgullosos de nuestro patrimonio y no queremos perderlo", afirmó Díaz. La de Soto es una de las localidades más emblemáticas del concejo de Aller. A la torre medieval y la Casona de Xerra se suman otros elementos incluidos en el Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Interés Histórico de Asturias: la capilla del cementerio, el santuario de la Virgen de Miravalles y la iglesia de San Martín de Soto.

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